Cap 10 - Final de temporada 1

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A la mañana siguiente

Narrador :

El sol resplandecía más fuerte que nunca. El mar brillaba. Las olas eran tranquilas. Todo estaba bien.

Aonung y Neteyam seguían durmiendo, ya que ninguno de los dos pudo dormir bien, ya que habían estado pensando en el otro casi toda la noche.

La familia sully ya no estaba, y tampoco estaba la hermana de aonung, tsireya, ya que como era pareja de lo'ak, estaba destinada a ser la Tsahik del clan omaticaya, y lo'ak, el Olo'eyktan.

Así fue. Pasaron alrededor de dos horas, cuando por fin, despertaron aonung y neteyam.

Estaban preparados y listos para sus lecciones, ya que serían los próximos Olo'eyktan del clan metkayina. Se prepararon y fueron con el padre de aonung, tonowari, quien era el actual Olo'eyktan del clan.

Él les enseñó cosas de nivel más alto, ya que aonung y neteyam ya traían preparación desde hace ya un tiempo.

Al final, terminaron exhaustos, por lo que decidieron ir a viajar un rato en sus ilu's.

Neteyam :

—Ma'nung, ¡te apuesto a que no me puedes ganar a una carrera de aquí hasta el borde de la arrecife!— Le grité a aonung, retandolo a una carrera de ilu's.

—¡JA!— Se acercó más para no gritar. —¿Acaso me estás retando, chico del bosque?— Me sonrió retador.

—Oh, claro que si. ¿Aceptas?— Le Sonreí.

—Por supuesto, mi vida, acepto todo lo que me propongas.— Me sonrió seductor.

—¡Ya, no hagas eso que me pones nervioso!— Dije mientras bajaba mis orejas.

—¡Gracias por la ventaja, cariño!— Dijo para nadar lo más rápido posible con su ilu.

—¡Tramposo!— Dije para ir tras él.

Fue un tramposo, ya que me puso nervioso para tomar ventaja e ir delante de mi.

Al final, él me ganó, pero fue por hacer trampa. Llegamos al borde de la arrecife y nos bajamos de nuestros ilu's, para después, sentarnos juntos y tomarnos de la mano mientras conversábamos.

—Eres un tramposo, Ma'nung.— Dije entre risas.

—No fue trampa, fuiste tú que te pusiste nervioso porque te llamé "mi vida"— Me dijo riéndose.

—¿Ves? Te encanta ponerme nervioso.—

—Si, me encanta. No, mejor dicho, me encantas.— Dijo con una sonrisa seductora.

—Oh, vas a ver. Ahora es mi turno de ponerte nervioso.—

—¿Y qué vas a hacer?— Preguntó sin dejar de sonreír seductoramente.

—¿En serio quieres saber?— Dije mientras acerqué mi boca a su oreja y le susurré.

En pocos segundos, aonung bajó sus orejas y su cabeza.

Mientras tengamos tiempo [aonunete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora