La noche habia sido pesada, Roier se la habia pasado haciendo guardia, pues tenia miedo que Quackity no cumpliera su palabra y regresera con su equipo, sin embargo eso no paso y Mariana durmio tranquilo en el pequeño refugio, aunque en el fondo sabia que no podian permanecer asi, era demasiado arriesgado, ya tenian suficiente con la naturaleza hostil, el clima y las bestias, aumentaba la dificultad de sobrevivir con enemigos tan fuertes como lo eran el equipo de Spreen, sobre todo si los veían como un blanco.
- Tenemos que regresar Osbaldo
- No mames Roier, hace un día el plan era huir y ahora ¿Quieres ir con ellos? El sol te está apendejando
- No pendejo- Intentaba calamarse, sonaba a aúna locura pero era lo mejor para poder estar a salvo.
- Debemos ir y formar una alianza con ellos, por estrategia
- Estrategia mis huevos, es mejor alejarnos de ellos
- Que no! Pinche necio! Ahí te quedas
- Empecé a caminar, alejándome del sendero que habíamos elegido, tenía razón, yo lo sé, era mejor formar una alianza frente a otros enemigos, Spreen me consideraba fuerte y una alianza conmigo funcionaria, claramente Osbaldo venía en el paquete <Esperemos y no te traicione> Calle a mi voz interna, si lo hacía podía meterle una espada por la espalda.Dejando de lado mis pensamientos empecé a escuchar pasos detrás de mí y sonreí, Osbaldo no le gustaría quedarse solo y a mi manera había accedido.- Confia cabron - Silencio - Ya Mariana! - Pero seguía sin hablarme, me detuve y giré para verlo, su cara tenía un puchero bien cagado y me carcajeé con fuerza - No mames Cabron, te vez Bien chistoso, anda camina.
- Pero Roier... no mames ¿Y si nos matan?
- Yo te protejo, recuerda - Le puse el puño enfrente de su rostro - Mc trio siempre..
- Mc Trio siempre... - Coloco tambien su puño y seguimos caminando.
Algunas horas despues..
El camino habia sido dificil, demasiadas horas en camino hacia a lo que creíamos era la central de Spreen, habíamos salido por la mañana y casi se ocultaba el Sol.
- Ah este paso tendremos que acampar por la zona. - Mariana no hablaba, estaba demasiado cansado para eso.
- No siento mis piernas Roier... - Osbaldo había querido descansar ya unas diez veces, estaba recostado en el pasto mientras intentaba calmar su respiración; pero eso nos retrasaba.
- Ven, ya casi llegamos.
- ¿Como sabes? Sigo viendo los mismos pinches árboles desde hace horas.
- Mira Mariana - Le hice señas para que se pusiera de pie, cuando estuvo junto a mi, señalé hacia el norte - ¿Ves eso? Es humo
- ¿Y?
- ¿Como que "y"? Ponte abusado cabron, alguien debe estar ahí, si es así es el refugio de Spreen y su equipo o alguna persona más, puede guiarnos.
- ¿Y si se niega?
- Pues lo forzamos, ahora... - Hice una pausa, miraba hacia el horizonte e intentaba calcular en cuanto tiempo se ocultaría el sol - Tenemos dos opciones...
- Ya me cagaron tus opciones
- Escucha pendejo, una es, acampamos aquí, sin tener una idea de qué criaturas rondan por la noche, o avanzamos lo más que podamos y posiblemente lleguemos y nos puedan dar refugio.
- Olvidas que es una competencia
- Olvidas que son personas.
- Incluso en estas situaciones, eres un pendejo Roier, y muy inocente con las personas.
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¿Amar o sobrevivir?
Fiksi PenggemarRoier creció en una ciudad acomplejada en la discriminacion, la desconfianza, el salvajismo y la deslealtad. Un lugar dividido por sus creencias, donde el más fuerte sobrevive y el débil muere, el amor y la amistad son términos casi desconocidos; e...