Roier creció en una ciudad acomplejada en la discriminacion, la desconfianza, el salvajismo y la deslealtad.
Un lugar dividido por sus creencias, donde el más fuerte sobrevive y el débil muere, el amor y la amistad son términos casi desconocidos; e...
Después de lo sucedido con Missa, ninguno salió de casa en una semana, el único que iba por recursos era Spreen, pues así evitaba a todos, incluso a su padre, fue quien más le afectó su muerte y no lo culpaba, él era el lider, aquel que había prometido llevarlos hasta lo último y le había fallado a alguien, y Spreen odiaba fallar.
-Nos estamos quedando sin alimento Roier
- Ya se, pero... no sabemos qué pasó ese día y si lo que haya matado a Missa regresa?
- Pues si wey pero si no salimos nos vamos a morir de hambre, no podemos simplemente depender del huerto.
Roier analizaba sus opciones, era cierto que no podían depender del huerto, tarde o temprano la sobre explotación haría que dejara de crecer, no habían salido a pescar, y a Spreen racionaba pero era para su equipo, estaban dejados a su suerte y no podía permitirse.
- Hay que salir a cazar... - Mariana tomó una mochila de cuero y empezó a meter cosas.
- Osbaldo, ¿que carajos haces?
- Me voy
- ¿A donde pendejo?
- No hemos intentado sobrevivir si vamos a morir por miedo a algo desconocido - Me miro - Todo este lugar es desconocido, quedarnos en casa no nos asegura nada Roier.
Sabía que tenía razón, pero no quería arriesgarnos, era un culo lo sé, pero no quería justo en estos días morir.
- Esta Bien te acompaño - Aunque me estuviera cagando por dentro, no podía dejarlo solo.
- De echo... - Titubio - Quiero ir solo
-No mames, Mariana ¿Como que solo? Wey hace unos días casi te mueres.
- Y por eso mismo... - Se acercó a mi - Necesito cortarme el cordón umbilical pinché Rogelio, no siempre podemos estar juntos, somos elMc Trío si, pero tanto tú, Aldo y yo somos personas individuales... No puedo depender siempre de ti o del equipo para estar a salvo. - Se volvió a centrar en su mochila
- Solo serán uno o dos dias, no iré muy lejos, tranquilo -Yo no sabía qué decir, quería ponerme en medio de la pinche puerta y evitar que saliera ¿Pero quien era? ¿Su papá? Obviamente no.
No hice nada mientras se despedía de Tripis, la oveja de Missa que adoptamos, después tomó su mochila y se la colocó, también agarró un arco y una de las espadas que habíamos estado construyendo.
- Te veré en unos días apa - Y con eso cerró la puerta, haciéndome sentir más solo que nunca.
Un día..
Dos dias... Tres dias....
Cuatro días.....
Cinco días........
En el quinto día estaba sumamente nervioso; Rubius había estado pasando por mi hogar en construcción pausada, pues no dormía, no comía y había descuidado mis tareas, pero era por que estaba sumamente preocupado.
- Roier, ¡¿puedes dejar de girar por toda la habitación?! Me va a dar un mareo...
- Lo siento, es que es casi una semana desde que se fue, el dijo que sería un día o dos - Me senté en la cama - Lo extraño ¿Y si le pasó algo? ¿Se ahogó?¿Que tal si lo asesinaron? ¿Y si se lo comió un oso? - Me empecé a exaltar, hasta que Rubius me tomó ambos hombros.
- Primero, eso me ha ofendido un poco, segundo, el estará bien, tal vez se perdió o simplemente está descubriendo el mundo.
- Es Mariana! No sabe prender fuego, ni hacer un refugio, ni cazar, ni hacer filtros de agua potable si se aleja del Río, tampoco sabe protegerse y no hables del combate, es pésimo en uno vs uno, imagina si lo emboscan...Una emboscada!
- Pienso que estás exagerando... Por que no pasas hoy por la casa, están todos juntos hoy y podemos cenar en grupo... - Mi mente se desvía un momento cuando dice "todos".
Va directamente a Spreen, la ausencia de Missa y lo mal que nos puso al equipo completo, era la alegria y positivismo de la casa y se fue, ni siquiera de forma natural, alguien era responsable y eso nos hacía sentir impotentes.
- ¿Como está el? - Sabe a quien me refería pues su semblante cambió de uno positivo a uno triste.
- No del todo bien, perder a Missa nos afectó a todos, pero por algún motivo más a él, evita a cualquiera, tiene el humor pésimo.
- ¿Más? - Rubius sonríe de lado y me sacude el cabello en un gesto paternal.
- Si, más que de costumbre - Me sonríe - Sigo pensando que hablar contigo, y regresar a lo que fueron en la infancia le ayudará mucho.
- Puede ser, pero... - Mis pensamientos van de un lado a otro.
- No están listos, ninguno de los dos para regresar al pasado... lo se- Alza sus manos en un gesto de inocencia - Podría ser más pesado pero necesitan tiempo - Se levanta después de volver a sacudirme el pelo, aunque no me gusta no podría decirle algo - Piénsatelo
- ¿Lo de la cena?
- Si eso... - Y con eso ah cerrado la puerta de mi habitación, haciéndome reflexionar si lo único que Spreen necesita después de que él se autolesione culpándose de la muerte de Missa sea un amigo...
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