CASTIGADOS

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Guillermo había llevado en su cuerpo a los cinco niños que están en frente de él, los conocía más que a la palma de su mano y aún así se atrevían a mentirle.

-Por última vez, ¿Quién pinto a romeo y a la pelusa de rosa?- dice mirándolos, Kevin el mayor de sus hijos se encuentra al frente mientras sus hermanos se esconden detrás de él o al menos eso intentan.

-Pá, no fuimos nosotros- la voz de Julián sale con miedo, nunca le ha gustado hacer enojar a sus padres pero sus hermanos no pueden quedarse quietos y el no abandona el barco cuando está por hundirse.

-Papi, sabes que los gatos luego van donde la vecina, tal vez fue su nieta- Kevin intenta convencerlo.

-Muestren sus manos- Guillermo arquea una ceja, obviamente no les creía ni poquito.

-Papá, te juramos que no fuimos nosotros- La voz angustiosa de Santiago le mueve un poco el corazón, a pesar de ser de los menores es el más alto, le parece tan tierno que sea un bebé atrapado en un cuerpo grande.

-Muestren. Sus. Manos.- hace énfasis en cada palabra.

Todos salen del escondite llamado Kevin con los ojos llenos de culpabilidad y le muestran sus manos manchadas de rosa. Guillermo suspira, solo Kevin se salva y está seguro que es solo porque acaba de llegar de su clase de fútbol.

-Diego, explica- Cuando los agarra en alguna travesura Memo los hace explica uno por uno su versión de la historia, es interesante y entretenido.

-¡Cuándo yo llegue el Chelito, Juli y Santi ya tenían bien pintado al romeo!- Diego señala acusadoramente a sus hermanos.

-¡Seas mentiroso enano, tu nos ayudaste a pintarle la cola!- Santiago le recrimina de vuelta.

-¡Y fue tú idea pintar a la pelusa!- apoya Julián.

-¡Si, pero fue Marcelo el que la atrapó!- Dice Diego.

-¡Santi le robo la pintura a una compañera de su salón!- Si Marcelo pierde todos se van con el.

-¡¿Le robaste a alguien?!- Guillermo casi se ahoga con su saliva.

-¡No, me la regalo y fue Julián nos convenció de pintar a romeo en un principio!- Santiago señala efusivo a su hermano mayor.

-¡Basta! ¡Todos están castigados!- A Guillermo le está empezaron a doler la cabeza.

-¿Yo porque?- Kevin suena ofendido.

-Por andar de cómplice, me bañan a los gatos en este momento, no mas Play, no más Xbox- Guillermo señala a Diego- No ir donde Edson- Mira a Kevin y a Julián- Nada de quedarse a hablar con Brandon hasta tarde- Julián ya sabía lo que iba a decir- Tu no vas a hablar con el hijo del Kun, y tu Marcelo nada de Dulces.

El dolor de cabeza de Memo empeora cuando escucha las quejas de sus hijos, solo quiere que ya llegue Lionel para que le hecho una mano con sus cachorros, aunque conociéndolo seguro que no les dirá nada.

-No me interesa lo que me quieran decir, bañen a los gatos- Guillermo piensa que fácilmente ese puede ser un castigo mortal, más con pelusa esa gatita se convierte en el mismísimo demonio.

-¡Safo!- Kevin dice.

-¡Safo!- Le siguen Marcelo, Julian y Santi.

-¡Diego tu bañas a los gatos!- Dice cantando Marcelo.

-Papá, no es justo- El menor le dice casi llorando mientras sus hermanos se ríen de él, Memo estaba a punto de sacar la chancla voladora.

-Voy a contar hasta tres, si acabo y todavía están aquí les voy a dar con el cinturón- Sentencia Memo- Uno…

-¡Chelo agarra a la pelusa, Santiago tu a Romeo, Juli y Diego corran!- Kevin arrastra a sus hermanos hasta el piso de arriba mientras los otros atrapaba a los gatos.

Guillermo se sienta en la sala mientras lee un artículo en Internet, cuando escucha a sus hijos gritar y a los gatos sisear en enojo siente que su venganza está hecha, pasan alrededor de 30 minutos cuando los chicos bajan del segundo piso mientras cargando a dos gatos ahora blancos y secos.

Sus bebes están mojados y con rasguños en sus brazos y cara, se le apachurra el corazón pero solo les dedica una mirada indiferente.

-Tomen un baño antes de que llegue su padre- Memo dice, su esposo salió a una reunión con personas de la FIFA, y no tarda en llegar, el ya tiene la cena en el horno así que solo les queda esperar. Observa como sus hijos se dirigen a sus habitantes, acaricia a sus gatitos con gentileza, ahora huelen a shampoo para mascotas. Una hora despues escucha como una camioneta se estaciona afuera de la casa, esta seguro que es Lionel, esto se confirma cuando Pelusa corre a la puerta.

-He llegado amor- Lionel dice desde la entrada.

-En la sala- le contesta.

Pronto su pareja llega a su lugar para darle un beso de bienvenida, aunque aprovechan que están solos en el piso de abajo y profundizan la acción.

-¡Ya llego Papá Lio!- Chelo Grito desde las escaleras, lo que los hace separarse rápidamente. Pronto todos sus cachorros están bajando para saludar al Alfa.

-¿Por qué están todos con arañazos?- Lionel acaricia las heridas de sus hijos con preocupaciones.

-Que te digan ellos- Guillermo le dice.

-Kevin, ¿podrías explicarme?- Lionel pide ayuda a su hijo mayor.

-Los chicos pintaron a los gatos de rosa y papá Memo nos castigo, aparte nos hizo bañar a los gatos pero ya sabes como es la pelusa- Kevin suspira.

-Memo- Lionel mira a su esposo con recriminación.

- Ni me mires así, si por ti fuera esos niños te meterían el pie en la boca y tu no les dirías nada, alguien tiene que poner el orden- Guillermo se para del sofá- Ustedes vayan a poner la mesa, ya es hora de cenar, hice enchiladas suizas.

-¡Eres grande dios!- Santiago grita apuntando al cielo ya que es su comida favorita, los niños ya entusiasmados por la cena van corriendo a ordenar todo dejándolos en la sala.

-No seas tan duro con los niños, sabes que las travesuras son normales- Lionel le toma de la cintura para después hundirse en su cuello.

-Lionel, esos niños deben ser corregidos y al ver que tu te conviertes en una masita con ellos, no me quedo de otra que volverme el policía malo- Memo recarga su cabeza cobre la de su esposo, Lionel era muy dominante en muchos ámbitos de su vida tanto profesional como  personal pero con sus hijos se convierte en la persona más mansa que conoce.

-Ya se, por eso te amo, eres mi mejor complemento- Le dice sin soltar el abrazo.

-Yo también te amo.-

Pasan una tarde muy entretenida, todos cenan y hablan sobre su día.

Guillermo a pesar de todo el estrés que le puedan causar sus hijos, no cambiaría su vida por nada, ama todos y cada uno de los momentos que pasan juntos, incluso con las travesuras y aventuras que puedan tener.
























Estos OS pasan en el mismo <universo> de "Sufrimiento de Padre" más adelante escribiré sobre eso, las historias no son lineales, por lo que puedo pasar de de bebés a adolescente o de adultos a niños y así.
Espero y les guste, yo se que no he actualizado "Último deseo" pero ya no tardo se los juro. 🥲🥲🥲🥲
No se si poner a Kevin y a Julián como cuates, si es así tendrían aquí 13, Diego 12, Santi 11 y Marcelo 8, pero dejen me decido bien la distribución y si no así queda. 🤣🤣🤣

 Como siempre disculpen las faltas de ortografía.





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