Nothin' Lasts Forever [SEUNGBIN]

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Si a Jeongin le preguntaran qué era lo que más odiaba diría que su condición, ser un vampiro se había convertido en una maldición para él aún si era más fuerte que las personas comunes o su longevidad superaba a cualquiera.

Su siguiente respuesta sería su trabajo, por cientos de años se habían acostumbrado a no trabajar por una inmensa riqueza que consiguió en un año donde explotó toda una cueva con piedras preciosas y oro, entonces hizo todo tipo de joyería que fue muy popular entre los nobles de aquella época.

Ese era uno de los miles trabajos que había hecho, principalmente porque consideraba que su vida era aburrida y que tenía que hacer algo productivo mientras siguiera vivo. Pero después de un rato se había cansado de esa rutina y prefería asaltar a personas solitarias en la noche, ya que podía alimentarse de ellas y culpar a algún animal de la muerte de su víctima.

Repetía ese patrón desde hacía 300 años, por lo que muchas personas se dieron cuenta de la existencia de seres sobrenaturales que habitaban en las poblaciones y comenzaron a matarlos indiscriminadamente. Principalmente a las "brujas", luego su siguiente objetivo fueron los vampiros.

Solo que la diferencia fue que esta especie considerada inmortal si tenía varias formas para acabar con su existencia, primero era dejándolo expuesto al sol, después era rociarlo con agua bendita y otra era clavándole una estaca de madera en el pecho.

Todas eran eficaces y las habían puesto en práctica con los vampiros que lograban atrapar, pero Jeongin era diferente al resto y se había puesto a investigar todos los métodos que podrían acabar con él. Después se había empezado a acostumbrar a caminar en el sol, luego había días donde se inyectaba agua bendita a pesar de la irritación que sufría su pálido cuerpo.

Pero no logró acostumbrarse a las estacas de madera, pero comenzó a practicar sus técnicas en artes marciales junto a sus reflejos, todo para que no pudieran matarlo los cazadores que iban tras su cabeza.

Y su ardua investigación y entrenamiento si había dado frutos, especialmente porque cada cazador que se atrevía a enfrentarlo moría en sus garras y Jeongin lograba conseguir la comida del día sin necesidad de dar un paseo por todo el poblado.

Sin duda alguna se habían convertido en una leyenda, hasta decían que podía convertirse en murciélago y eso lo confundió. Por lo que se quedó con la duda de que tenía más poderes sobrenaturales, pero nunca los había puesto en práctica o no se había dado el tiempo para descubrirlos.

Entonces siguió repitiendo los mismos pasos hasta el año de 1965, recordaba a la perfección esa fecha porque fue cuando lo vencieron por primera vez a pesar de ser un vampiro y le ordenaron que volviera a trabajar, siempre odiaría al chico por haberle hecho una trampa muy buena, pero lo comenzaría a tratar como un hermano.

Aquel día estaba caminando por su gran mansión mientras estrenaba una camisa donde las mangas de color negro se extendían hasta el nivel de las rodillas, se la había robado a una mujer de la vida galante que pasaba por ahí entonces la convirtió en su desayuno, ya que esa noche iría de nuevo por otra persona para poder alimentarse bien.

Pero antes de que pudiera salir, escuchó como uno de los vitrales de su sala se rompían y una persona llegaba por ahí mientras limpiaba los restos del vidrio que estaban sobre su largo saco. Jeongin con molestia empezó a caminar hacia ese hombre, que parecía más un niño que apenas se había vuelto un joven.

Jeongin enfadado exclamó— ¡No recibo visitas de nadie ahora! ¿¡Cómo te atreves a romper mis obras de arte!?

Se detuvo cuando el chico con curiosidad tomó uno de los pedazos del vitral y sorprendido vociferó— Esto es realmente hermoso, ¿usted los hizo?