Nothin' Lasts Forever [SEUNGBIN]

𝒟𝑜𝓃'𝓉 𝒸𝓇𝓎 𝒫𝓉. 𝟸

La música siempre había acompañado al solitario Seungmin, quien a pesar de que siempre le exigían que hiciera lo "correcto", no tenía limitación alguna cuando de escuchar música se trataba. Siempre tenía la radio prendida y cuando descubría una nueva canción la grababa para después escucharla, ya que en los momentos difíciles era lo único que lo acompañaba.

O eso creía hasta que conoció a sus amigos y al amor de su vida, Changbin, un chico problemático y con las peores calificaciones de su curso; pero, era el único que con esfuerzo se había ganado su lugar en la escuela y que con su gran corazón había logrado ablandar al frío Seungmin.

De una vida color gris salió un arcoíris que había pintado la periferia, entonces Seungmin estaba agradecido de que fuera de esa manera, aún si su padre poco a poco lo regañaba por su repentina rebeldía.

Por ejemplo, un día que se suponía que Seungmin se quedaría en su casa a estudiar, en realidad se había escabullido para encontrarse con Changbin e ir a un acuario. Esa cita no estaba programada para ser la mejor elaborada y hermosa, pero sería una de las más importantes para ellos dos.

Primero que nada, Changbin había llegado a la casa del menor manejando una moto y Seungmin que lo veía desde la ventana se sonrojó por lo atractivo que su novio podía llegar a verse.

Antes de bajar se había visto en el espejo para peinar su cabellera y ver si su vestuario era el adecuado, su apariencia le comenzaba a importar ahora que había comenzado a salir con Changbin entonces verificó todo de sí mismo para salir afuera.

Changbin se estaba viendo en el retrovisor de la moto preguntándose si era lo suficientemente guapo para estar con Seungmin, quien a su lado parecía un príncipe sacado de algún cuento de hadas y eso lo confirmó cuando él salió caminando elegantemente y haciéndole una sonrisa angelical.

Seungmin era la definición de perfección en persona, pero que mostraba su lado imperfecto con Changbin. Porque el único defecto de Seungmin era que amaba a alguien, pero ese alguien no era una mujer, sino un hombre.

La homosexualidad era mal vista para toda la sociedad y solo conocía a unos pocos que eran como él, entonces se sentía avergonzado de salir a la calle y estar al lado de Changbin, porque era tan cobarde que no se atrevía a darle la mano y se aguantaba las ganas de besarlo porque sabía que podrían golpearlos.

El miedo siempre persistía en Seungmin, incluso hasta en los momentos más íntimos con Changbin. Pero ese día había algo diferente, ya que su novio estaba viéndolo pasmado mientras una pequeña sonrisa sobresalía en su rostro.

Su mano recogió parte del mechón que tapaba su vista y preocupado le preguntó— ¿Tengo algo en el rostro?

Changbin negó y por un momento dudó en acercarse, pero respiró profundamente y decidido tomó la mano de Seungmin para besarla con delicadeza.

Seungmin al principio se alertó y vio hacia todas partes, pero ante la sensación cálida en su interior se sonrojó y sonrió enternecido sin saber cómo reaccionar ante esta repentina muestra de amor. Changbin tenía las mejillas rojas en el momento que exclamó— ¡Seungmin! ¡Eres realmente hermoso!

El menor apretó su agarre en la mano de Changbin, de nuevo se controlaba a sí mismo para no parecer su amante. No se preguntaba si a Changbin le molestaba eso, pero al verlo sonriendo mientras lo halagaba solo hizo que creyera que todo iba bien.

Changbin emocionado exclamó— ¡Es hora de irnos! ¡Te aseguró que esta vez no llegaremos tarde!

Seungmin sabía lo que venía, ya que con solo ver la impecable motocicleta estacionada afuera de su casa fue suficiente para que se sintiera atemorizado. Estaba reacio a subirse, pero la fuerza de Changbin era demasiada comparada a la suya y había logrado sentarlo detrás de él en el vehículo andante.