Me olvidé decir que el estilo de pelea de Monet será un poco similar al de Tsunade, después de todo ha sido entrenada por ella.
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El sol brillaba en lo alto de un cielo color azul claro, y sus rayos como flechas asaeteaban una isla deshabitada, pero la brisa del mar hacía agradable la temperatura. El lenguaje de las olas sonaba al compás de la "música", como si de una gran orquesta se tratase.
Naruto estaba sentada en un tronco caído, cerca de una fogata, asando unos pescados ensartados en palitos. Con una rama seca movió los leños de la fogata haciendo saltar las chispas, avivando el fuego. -(Aún faltan unos minutos para que la comida esté lista)- Tarareó una melodía en voz baja, y dirigió su mirada hacia sus tres compañeras.
Monet estaba cerca de él, echada en una tumbona plegable, durmiendo bajo la sombra de unas palmeras, con un biquini blanco. Erza estaba tumbada boca abajo encima de una toalla, vistiendo un pequeño bikini negro. Nami estaba sentada en una silla plegable, escribiendo algo en su cuaderno, y al igual que las otras dos, estaba usando un bikini, pero de color azul.
Naruto también estaban en traje de baño. Llevaba unas bermudas naranjas y el torso al descubierto.
Los cuatro habían decidido tomarse un día como si fuese de vacaciones, relajándose en la playa de una isla perdida del East Blue.
-Naruto, ven aquí un momento por favor-
El susodicho se levantó de su sitio, dando una rápida ojeada a los pescados cociéndose, y se encaminó hacia Erza. -¿Necesitas algo?-
Ella se sentó en la toalla, y le tendió un protector solar -¿Puedes ponerme un poco de eso?-
El Uzumaki se sintió un poco incómodo, pero asintió -De acuerdo -
-Gracias- Ágil y veloz, la pelirroja se llevó las manos a la espalda y se desabrochó el sujetador, para gran consternación de Naruto. -Comencemos-
Hacía una semana que la conocía, y en ese poco tiempo, Naruto descubrió que Erza tenía poco pudor, y no tenía problemas en mostrarse desnuda ante él.. Pero aun asi, al verla quitarse el sostén de esa manera lo sorprendió fuertemente.
El temblor de sus pechos al ser liberados junto al balanceo erótico de sus pezones, le hizo agua la boca, no quería nada más que sentir su carne, chupar sus pezones y hundir sus dedos en su suave piel blanca.
-Naruto.. - Erza le puso el dedo en la mandíbula, cerrándole la boca. Tenía una sonrisa divertida en el rostro -¿Ya terminaste de comerme con los ojos?-
El rubio intentó decir algo pero ningún sonido emergió de su garganta.
Erza le dio otra sonrisa y volvió a echarse en la toalla, al tiempo que movía su cola de caballo a un lado.
Naruto no pudo evitar sonrojarse al verla
Como estaba acostada boca abajo, sus voluminosos senos se extendían hacia los lados, haciendo que el rubio tragara saliva al verlos. Sin contar su trasero firme.
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