East Blue – Isla Light
-¡Atchísss!-
-Ya te has resfriado- Dan soltó un suspiro, mientras frotaba la cabeza de su nieto con una ancha toalla -¿Por qué no has llevado el paraguas?-
-El paraguas es molesto.- Naruto infló los mofletes -Además, quería sentir la nieve sobre mi piel-
Dan negó con la cabeza, y miró de reojo a su mujer, quien estaba secando el cabello de una niña que su nieto había traído a casa -Naruto.... ¿Cómo se llama esa pequeña?-
El rubio parpadeó varias veces y se frotó la nuca -No lo sé, todavía no le he preguntado su nombre-
-¿No la conoces?-
Naruto negó con la cabeza -No..... La acabo de conocer hace una hora, estaba en el bosque.. sentada en la rama de un árbol... sola-
Dan dejó la toalla sobre una silla, y frunció el ceño ligeramente. En eso Tsunade y la niña se acercaron a ellos.
-Dan, ¿terminaste de secar el cabello de Naruto? ¿Ha agarrado un resfriado o algo parecido?-
-Bueno...-
Naruto dejó de escuchar a sus abuelos, y se centró en la peliverde, que lo estaba mirando.
-Jeje.. se me olvidó decirte mi nombre. Lo que debió ser primero.- Le tendió la mano -Me llamo Naruto Namikaze-
Ella se quedó unos segundos viéndolo a los ojos, luego le agarró la mano como el náufrago que en mitad del mar se encuentra una tabla de salvación. -Me.. llamo Monet-
-Monet-chan.- Naruto le apretó la mano, y le brindó una sonrisa brillante de mil voltios. -Mucho gusto-ttebayo-
Monet se contagió de esa sonrisa, pero le duró poco, porque Tsunade y Dan se acuclillaron a su lado.
-Hey.. pequeña- La rubia estiró una mano y acarició con suavidad la cabeza de Monet -¿Qué hacías sola en el bosque?... además.. tengo la sensación de no haberte visto nunca por aquí-
Monet se apartó de ella, y se pegó a Naruto. Todavía no confiaba mucho en Tsunade y Dan. -Y-yo no soy de aquí, vengo de otra isla...-
Tsunade intercambió brevemente una mirada con su marido. Estaban sorprendidos de lo que habían escuchado, les pareció sorprendente que la niña viniera de otra tierra, y que estuviera sana y salva, pues las aguas que circundaban la isla estaba repleta de reyes marinos.
-Eh..- Dan carraspeó para centrarse -¿Te has ido de casa?... Tus padres deben de estar muertos de preocupación, preguntándose qué habrá sido de ti-
Al escuchar aquello, Monet bajó la mirada hacia el suelo y empezó a sentirse deprimida -A mis padres no les importo..- Apretó más fuerte la mano de Naruto -A través de los días, yo... era un fantasma para ellos. Mi padre me consideraba una cruz que tenía que cargar, y mi madre me consideraba un castigo que debía soportar.- Se calló un segundo, sorprendida de lo mucho que estaba contando -E-entonces, una tarde me cansé de cantar disculpas en mi cabeza, me vestí, envolví todas mis cosas en la funda de mi almohada, y me marché... asi mis padres podrían tener su nueva vida, y tal vez yo podría encontrar a alguien... igual a mí...- Miró de reojo a Naruto cuando dijo eso último.
-¿Alguien igual a ti?- Tsunade frunció el entrecejo, compadeciéndose por la niña. -¿Qué quieres decir con eso?-
Monet, se miró los pies, nerviosa, asustada. Después volvió a levantar la cabeza, con la compostura recobrada, levantó la mano derecha con la palma abierta, y de ella emergió un carámbano de nieve duro como el acero.