Como una rotunda expresión del poder de la naturaleza, los relámpagos zigzagueaban en el cielo negro e iluminaban el horizonte, acompañados por el estruendo atemorizante de los truenos que retumbaban a lo lejos una y otra vez.
Los ojos de Nami miraban fijamente las olas intentando comprender la evolución del tiempo por los pequeños cambios del mar y del cielo. -No creo que la tormenta llegue hasta nosotros. Está demasiado lejos, podemos estar tranquilos-
-La isla Loguetown ya no es visible- Erza bajó los binoculares y los dejó caer en la mesa donde estaban sentados Naruto y Cosette.
Actualmente todos estaban reunidos en la cabina.
-Qué tormenta más rara, llegó sin previo aviso- Monet estaba agarrando el timón con fuerza con el fin de controlar el barco y evitar ser arrastrados a la dirección opuesta -¿Verdad?-
Nami asintió -Todavía tengo esa especie de cosquilleo extraño por todo el cuerpo- Se acarició los brazos, tratando de quitarse de encima esa fastidiosa sensación -Mantén esta dirección, dentro de poco deberíamos llegar al calm belt- Apenas terminó esa frase soltó un suspiro, abatida -¿Quién iba a pensar que un día me iría a ese infierno por mi propia voluntad? Mi yo del pasado pensaría que he perdido la cabeza-
-¡Ja ja ja, relájate, Nami!- El Uzumaki se cruzó de brazos y balanceó su silla hacia atrás hasta dejarla parada solamente sobre las patas traseras -Verás que todo ira bien-
-¿Relajarme?- La pelinaranja se giró de golpe y miró a Naruto, con una vena en la frente y dientes de tiburón -¡No soy tan inconsciente como tú!- Se acercó al rubio y le jaló las mejillas con fuerza -Idiota, ¿qué parte no entendiste cuando te dije que el calm belt es un lugar muy peligroso? ¡Aunque nuestro barco esté revestido de piedra marina, sigue siendo arriesgado!-
-¡Aah!-
Nami se había arrimado demasiado a Naruto, y su "peso" le hizo perder el equilibrio. Los dos cayeron al suelo, Naruto boca arriba, y Nami, a horcajadas encima de él, y en ningún momento ella le soltó el rostro.
-¡Auch! ¡Mis mejillas!-
-¡Te lo mereces!-
Cosette parpadeó, sin saber cómo reaccionar ante aquella escena -Esto...- Miró a Erza que se había sentado a su lado y luego a Monet-¿No los van a separar?-
-Ah, no te preocupes- Monet le restó importancia con una mano -Esa es la forma de Nami de demostrar su cariño a Naruto-
-Si tú lo dices...- La nueva integrante no parecía muy convencida.
-Entonces...- Erza cruzó sus largas y bien torneadas piernas, con exquisita elegancia, y dio una mirada cálida y amigable a Cosette -Ahora que estamos más tranquilos, podemos conocernos mejor. Naruto y Monet solo nos dijeron que eres una excelente cocinera de ramen-
Cosette se sonrojó un poco por el cumplido -Gracias, pero el Ramen no es mi única especialidad culinaria, también sé cocinar una variedad de platos y dulces-