—¿Nos trajiste a Gusu!? Y no se te ocurrió preguntarme?
—¿Cómo se supone que te lo preguntaría si estabas inconsciente!?
—¡Me despiertas y me lo preguntas!
—¡Eres una piedra cuando duermes , ni un tifon te hubiera despertado!
Violeta y rojo se encontraron, gritándose entre ellos. Jiang Cheng tenía las manos apretando las túnicas de su hermano y acercándolo a su cara, justo en la posición perfecta para gritarle a la cara todo lo que le molestaba.
—Eres imposible.—Gruñó Jiang Cheng, demasiado cansado como para seguir discutiendo con el inútil de su hermano.
Zidian brillo a su lado, mostrándole la cantidad de energía espiritual que estaba fluyendo hacia ella. O lo enojado que estaba, daba igual.
—Li…líder Jiang, no quiero molestar pero Zidian me asfixia un poco. — Jiang Cheng volteó, mirando a los dos menores que habían sido amarrados con Zidian a penas fue consiente de donde estaba y con quienes.
—Ustedes dos.— Amenaza, señalando a ambos Lan con el dedo.— Zidian puede hacer mucho más que asfixiarlos.—El arma violeta por fin los soltó, dejándolos respirar. —Será mejor que tengan la inteligencia suficiente para no probarlo.
Ambos Lan asistieron.
Era interesante para el mayor de los Jiang el ver aquel sutil miedo mezclado con respeto en el rostro de los muchachos ahora que de dirigía a ellos.
No era el miedo de un niño viendo a un adulto que lo golpeaba y que lo hacía realmente temer que se acercara a él, más bien, era el miedo que viene unido a la posibilidad de equivocarse frente a alguien a quien no querías, por ningún motivo, que se diera cuenta de ese fallo.
—Era la solución más viable.— contestó Wei Wuxian a la acusación de su hermano, logrando que el Jiang vuelva a poner su atención sobre él.
—¿Viable!? ¿Al menos pensaron que es lo que van a decir!? Porque “Hola, Lan Xichen, acaban de destruir muelle de loto, somos buscados como criminales, oh y por cierto, ¿Ves a estos dos niños de aquí? Son discípulos directos de tu secta, lo puedes ver por las cintas en la frente ¿No los reconoces? Claro que no, vienen del futuro”
Wei Wuxian sonrío apenado, ni siquiera él y su inconsciencia serían podrían dar esa versión sin creer que alguien lo tomaría en serio y esa mueca por parte de su hermano solo hizo enfurecer más al Jiang.
No había pensado en que le diría al líder de Gusu! Por supuesto que no lo había hecho!
Ese… idiota.
—Yo hablare con mi.. yo hablaré con el segundo jade.
Jiang Cheng miro inquisitivo a Lan SiZhui, una de sus cejas levantándose un poco.
Por supuesto que había notado ese desliz por parte del chico en su manera de referirse al menor de los jades, pero sinceramente, ya no le importaba todo el invento que esos dos se estaban montando.
No sabía en quien confiaba menos, si en aquel alfa Lan que parecía no romper un plato pero que, si lo de ser hijo de Wei Wuxian era cierto, entonces estaba más cerca de ser una calamidad que un buen chico, o, del omega a su lado, quien le parecía menos confiable que el primero.
Para empezar, aquellos ojos grises con un rastro de violeta lo ponía nervioso. Si no se equivocaba, los ojos violeta eran un distintivo del clan Yu. Heredado a su hermana y a él por su madre, quien a su vez había sido la única en casarse. Así que ¿Por qué ese niño Lan tenía en sus ojos, un poco de aquel peculiar color?
No estaba seguro de querer saberlo.
—Lider Jiang, confíe en nosotros por favor.
Ese chico era el muchacho que ardía en fiebre cuando ellos llegaron a la posada y que más adelante, cuando finalmente despertó en Caiyi, lo veía con una mezcla extraña de miedo y preocupación.
—Entremos. — accedió finalmente, dejando de escrudiñar a los menores para caminar montaña arriba.
Y así, comenzó a caminar, simplemente anteponiendo su sentir a la tragedia que era estar cerca de un clan como Gusu.
Subir a la profundidad de las nubes siempre era un trayecto horrible, era muy largo y con cada metro que pasaban, más frío se sentía y el aire era extraño de respirar, era muy “puro.”
Pero aún así, incluso alguien tan exigente como lo era Jiang Cheng, debía admitir que la belleza de Gusu Lan, incluso antes de llegar a la secta, era un tranquilizadora por si misma.
Tranquilidad que se veía interrumpida por un dolor en el trasero llamado Wei Wuxian.
—Sizhuii— canturreó su hermano a su lado después de gran parte del trayecto. — ¿Por qué no cargas a tu querido padre lo que resta del trayecto? ¿Si?
El alfa de los Lan, quien caminaba muy cerca de Wei Wuxian como si temiera despegarse de él pero que al mismo tiempo tampoco sentía permitido estar tan cerca, únicamente se sonrojó por la pregunta y estuvo a punto de titubear una afirmación.
Eso si Jang Cheng no lo hubiera detenido.
—Claro que no, vuelve acá— Intervino el omega Jiang, jalando de las túnicas del cuello a su hermano para que se dispusiera a su lado y dejara de tontear. —Y tú — llamó esta vez al Lan— Deja de fomentar su holgazanería.
—No es ser holgazán Jiang Cheng, es guardar fuerzas de manera estratégica.
Jiang Cheng decidió ignorar a su hermano por el bien de su salud mental y en cambio le dirigió una mirada al omega de los Lan, quien dentro de todos los pensamientos momentos en su cabeza, era el que menos sentido le hacía.
—Lan JingYi ¿cierto?— Preguntó, logrando sacarle un susto al omega Lan. —¿Eres hijo de Lan Xichen?
Quizá debió ser un poco menos directo con su pregunta, pues el omega Lan tropezó a penas lo escuchó y lo miró con pánico mal disimulado.
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AGAIN
FanfictionJin Ling, Lan Sizhui, Lan JingYi y Ouyang Zizhen al meterse sin permiso en el antiguo lugar de trabajo de Wei Wuxian son transportados a un lugar que no conocen, en una situación que no pueden explicar y aparentemente... En otro tiempo.