Para Jin Ling, la vida había sido injusta desde que nació.
Fue brindado con padres amorosos y dulces que se suponía debieron acudir a la tarea de amarlo y guiarlo en el “siempre recto” camino de la justicia, de amor y honor, y así mismo, fue privado de ellos antes de que siquiera fuera lo suficientemente mayor para notarlo.
Vivió una guerra sin ser consciente, pero creció en los estragos de ella y fue forzado a llevar en la espalda el peso que conllevó.
Fue abandonado y obligado a hacerse responsable a corta edad de restaurar su clan y la reputación que le pertenecía aun sin quererlo.Confió y amo a quien realmente no lo amaba de vuelta, y que en la mente de Jin Ling, solo anhelaba el poder y la venganza de la que fue participe y víctima.
Recibió burlas por un destino injusto del cual no pudo escapar y del que no poseía control alguno más allá de soportarlo.
A veces pensaba que, si pudiera alejarse de aquella injusta vida, lo haría. Tomaría aquella oportunidad que muy probablemente sería efímera y se aferraría al cambio hasta que el destino le tendiera frente a él una mesa de platos que realmente le gustaran. Pero eso no estaba en sus posibilidades, y si era sincero consigo mismo, una vez alejado de la rabia y frustración que tantas noches le produjo su historia de vida, quizá no tendría el valor de realmente atravesar la puerta magica de un destino diferente si es que alguna vez se la encontrara.
Pensándolo bien, si existía alguien cuyo destino si que había sido injusto, esos probablemente eran sus tíos. Ambos hombres vivieron la mitad de sus vidas entre un dolor que, lo viera por donde lo viera, no merecían. Una agonía que los destruyo por separado y que arranco del corazón, cada uno a su propia manera, lo más preciado para ambos.
La vida había sido injusta con Jin Ling, pero las personas que Jin Ling más amaba actualmente, eran dueños de almas a quienes los cielos habían abandonado por completo.
Jin Ling suspiró.
Tuvo que detenerse a si mismo ante ese pensamiento, creyendo que, si Wei Wuxian lo escuchara gruñir ante los cielos tal y como ahora lo estaba haciendo, probablemente le jalaría la oreja y lo reprocharía, diciéndole alguna cosa cursi como: “¿Crees que es fácil ser un Dios? Intenta ser uno” Actuando como si fuera realmente amigo de un Dios desgraciado.
Pero era cierto.
Probablemente Jin Ling no tendía el valor de cambiar su destino aun si la oportunidad de hacerlo se le presentara delante, pero el destino de sus tíos... Jin Ling sabia, en el fondo de él, que se requeriría valor para no cambiarlo si es que realmente se pudiera.
No era el pensamiento egoísta sobre estar enojando ante las cosas que había tenido que pagar aun sin merecerlo, pues ese pensamiento resultaba fácil de abordar. Había noches en las que todavía se recostaba en el césped y pensaba en y “y si.”
Deseaba a sus padres con él, deseaba pasar sus años estudiando como ser líder de secta de la mano de su padre en lugar de a ver sido aventado a ello aun cuando su tío intento que no sucediera. Jin Ling creía ingenuamente que pagaría el precio que fuera por hacer ese sueño realidad, y pensaba de esa manera justamente porque sabia que no era posible, que las consecuencias jamás llegarían.
Con forme los años pasaron, ese pensamiento que lo había asechado en las noches con muchisima mas frecuencia de la que le gustaría, comenzó a disminuir, y con ellos la frecuencia con la que los atisbos de culpa y arrepentimiento se arremolinaban en su cabeza y buscaban aferrarse a sus noches de sueño también desaparecieron. Así que no entendía como es que ahora, parado frente a aquella puerta de madera tallada justo a lado del pabellón de habitaciones en lotus pier, esos pensamientos que con los años había logrado controlar lo golpeaban con tanta fuerza, repitiéndose uno tras otro tras otro, tras otro…
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AGAIN
FanfictionJin Ling, Lan Sizhui, Lan JingYi y Ouyang Zizhen al meterse sin permiso en el antiguo lugar de trabajo de Wei Wuxian son transportados a un lugar que no conocen, en una situación que no pueden explicar y aparentemente... En otro tiempo.