La niña afligida
y
la madre colerica
Sakura enjuagó sus lágrimas, sorbió sus mocos y se acurrucó más contra el cobertor de la cama. La noche anterior habían llegado a Ollivander, pero no fue la manera en la que le hubiera gustado llegar.
Ella soñaba con tomar su varita adecuada y que está despidiera brillitos rojos, como le pasó a su mamá la primera vez que fue por una a Ollivanders.
█▓▒░𝕳𝖆𝖈𝖊 𝖉𝖔𝖘 𝖘𝖊𝖒𝖆𝖓𝖆𝖘░▒▓█
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Sakura era la personificación de la quietud. Muchos padres quisiera un hijo como ella, pero Mebuki y Kizashi no. Ellos sabian que su hija estaba en un estado de depresión, producido por extrañas cosas que le sucedían. Sakura no sabia porque las cosas se alejaban de ella antes de tocarlas o porque su cabello crecia cada vez que su papá lo cortaba. Tenia miedo de que todas las cosas extrañas que le ocurrían le pudieran suceder a sus padres, por eso su depresión.
Mebuki pensó que era momento de contarle su historia y de donde provenía. Así fue como le explico que todas esas cosas que le pasaban, cuando estaba frustrada o triste, eran sólo producto de la magia que residía en su interior. Sakura quedó pasmada, jamas creyó que todo era producto de magia.
…
Un dia de primavera Sakura se encontraba en el patio trasero de su casa jugando a "hacer crecer magicamente el pasto" cuando se le ocurrió hacerle una pregunta a su madre. Mebuki, quien estaba tendiendo las sábanas, escuchó preguntar de su hija; ¿Existen mas personas como nosotras?, ella respondió que no aquí. Sakura jamas pensó que "aquí" se referia al mundo mágico en general.
Así pues, contenta con su respuesta salió corriendo hacia dentro de la casa, corrió hacia el estudio de sus padres, abrió la puerta y después entró. Dentro habian cientos de cosas extrañas a ojos ninjas, ademas el tamaño no concordaba con la proporción de la casa, cabe destacar que Mebuki utilizo un hechizo de expansión indetectable. De entre todas las cosas Sakura cogió un grimorio; Mil hiervas magicas y hongos.. Version extendida. Sakura amaba ese libro, le encantaban todas las aplicaciones que se podian usar en el campo de la medicina, y una vez al dia le pedia a su madre que se lo leyera. Feliz con su libro camino hacia la estancia y, tras sentarse en el sillón, espero pacientemente a su madre.
Mas tarde Mebuki entró a la estancia, ya que el corredor para salir al patio trasero estaba conectado con la sala, luego sonrió al ver como su pequeña hija trataba de entender esas palabras.
…
—Mamama!!! –grito Sakura desde el baño–
Mebuki corrió al baño y encontró a su hija enterrada en un millon de burbuja. Mebuki gruñó y, tras un simple soplido, hizo que las burbujas volvieran a su estado original…
—Sakura, te he dicho cientos de veces que no uses magia en el baño, te puedes lastimar.. –dijo hincándose en el suelo, arreglando las mangas de su camisa (mostrando sus feas marcas) y, con cuidado, retiro su collar y lo coloco sobre el lavamanos–
—Queria hacer bum-bum con las burbujas.. –dijo feliz. Mebuki sonrió y cogió un poco de agua con sus manos, formando un cuenco, y la vertió sobre los rosados cabellos de la niña–
—Si, si pero sabes lo que ocurrió la ultima vez que intentaste encontrar una mandragora.. –la niña hizo pucheros y observo sus manitas–
—Si, pero tu me curaste con tu pócima mágica!!!
