La niña afligida
y
la madre colérica•••
—Bebe, ¿Como estas?.. –preguntó Mebuki acariciando su cabellera rosa–
—Bien.. –murmuró somnolienta, luego abrió grande los ojos y observo a la rubia que estaba sentada en la orilla de la cama– ..¡¡¡Oka-san!!!.. –se lanzó a sus brazos–
—Sakura..
█▓▒░𝕳𝖆𝖈𝖊 𝖉𝖔𝖘 𝖉𝖎𝖆𝖘░▒▓█
Mebuki se encontraba remendando una camisa blanca, hacerlo con magia era mas fácil pero le agradaba el modo muggle, con los dedos pinchados y la difícil manera de colocar el hilo en la aguja. Sakura se encontraba en el suelo con uno de sus jugetes y Kizashi en la cocina revolviendo la cena.
El suelo era viejo y de madera, quizas en el pasado era brillante por la cera utilizada, los muebles de segunda mano y una graciosa tele con orejas de conejo…
—Oka-san!!! Cuando sea grande tendre también una varita??.. –preguntó alegre la menor–
—Quizas cariño…
Durante gran parte de su adultez habia viajado por todo el mundo shinobi en busca de animales mágicos, no obstante este mundo carecia de ellos. Sólo eran criaturas fantasticas de cuentos igual de fantásticos. Las invocaciones, por muy poderosas que fueran, no tenían ni una chispa de magia. Muy probablemente terminaria heredando su varita a Sakura; veinticinco centímetros, echa con madera de olmo y con núcleo de corazon de dragón…
—Pronto sera tu compleaños, princesa.. –dijo Kizashi desde la cocina– ..¿Que es lo que te gustaria hacer?
Los ojitos de Sakura brillaron como fuegos artificiales…
—Quiero ir a ese lindo restaurante donde se conocieron!!! –gritó llena de euforia–
Kizashi y Mebuki sonrieron con nerviosismo, aquel restaurante del que le hablaron a la menor fue una simple fachada, de hecho se habian conocido en un club en el distrito rojo, pero eso no lo podia saber ella.
…
En un dias seria el cumpleaños de Sakura, Mebuki colocó la torta en el horno, ya habia reservado una mesa en el restaurante ficticio donde se supuestamente se habian conocido, tambien le compro una muñeca de porcelanda como obsequio, aunque esta era de segunda mano. Cuando la torta estuvo lista la sacó del horno con un movimiento de varita y la dejo cercas de la ventana, luego fue al cuarto de su hija…
—Sakura, aquí estas??
—Si, mama!!! –grito dentro del ropero, Mebuki sonrió de lado–
—Sal, quiero ver que elegiste..
La niña salió y mostró su vestido, un lindo vestido de falda ancha color rojo, ademas de un sueter blanco y zapatillas de igual color…
—Pero que preciosa!!! –grito la rubia mirandola de arriba a abajo–
—¡¿Puedo usarlo?! –pregunto esperanzada. Mebuki negó–
—Claro que no, es para la cena de mañana ahora vamos, hay que ir por unas cosas al mercado..
Tras lo dicho Sakura hizo un puchero, mas no hizo ningun berrinche, se cambio de atuendo y acompaño a su madre al mercado.
…
Antes de dormir, Mebuki le contaba a Sakura historias fantasticas, como existía un mundo oculto en un lugar llamado Londres donde podias comprar todo tipo de objetos mágicos, también le contó sobre las criaturas sorprendentes que vivian lejos de los ojos de muggles. Sakura se imaginaba a los Dragones escupiendo fuego, como se hacia amiga de los elfos domesticos y de los centauros. Amaba su mundo y esperaba algún dia ir a visitarlo…