La voz del Ministerio
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El edificio se hacía cada vez mas pequeño, nuevos establecimientos aparecieron, algunos que ya habia visto Sakura por la noche, y después de algunos minutos por fin llegaron a esa pared. La entrada las llevo al Caldero chorreante, un pub viejo y obscuro en el cual ellas no encajaban muchos. No estuvieron mucho tiempo ahí ya que pasaron rápidamente a la salida del establecimiento…
—Mama.. –Mebuki la observó– ..este es el mundo muggle..
—Así es..
Ese lugar era totalmente extraño, mucho muy diferente al mágico, pero aun así tenía su encanto. Muchos muggles caminaban con ropa extraña y moderna, otros mas utilizaban trajes de oficina. De entre las dos la que más destacaba era Mebuki, pues traia una gabardina azul marino y un sombrero muy ostentoso, pero nada que la hiciera ver como de otro mundo, solo alguien muy extravagante.
Caminaron por las calles pequeñas, evitando la más ancha, pues por ahí transitaban extraños armatostes con personas dentro. Sakura miró esas cosas de metal, estaba confundida porque no sabia el propósito que tenían ni porque esas personas se encontraban dentro, ¿Acaso eran alguna especie de animal, y los humanos dentro eran su comida?, tenian ojos brillantes en el frente y en vez de patas tenian ruedas de caucho…
—¿Mamá, como se llaman esos animales?.. –preguntó Sakura muy tiernamente. Mebuki río despacio–
—No son animales cariño, se llaman automóviles.. Y les sirven a los muggles para llegar a su destino..
—¡¿Podemos ir en uno?!.. –preguntó emocionada. Mebuki asintió, le hizo la parada a un automovil amarillo he ingresaron a el, dijo al conductor la dirección a la que iban y emprendieron marcha–
Sakura estaba facinada con lo que sus ojos veían, tantos muggles y edificios, incluso habían mas de esos llamados automóviles, todo era como un sueño. Nuevamente su corazos se estrujó, a Kizashi le hubiera encantado estar en uno de esos automóviles, suspiró y volteó a ver a Mebuki. Ella se veía distante y sin emociones, casi como una piedra pero no tan fría y rígida. Sakura sabía que ella tambien estaba sufriendo, a su manera, tal vez con ayuda de su magia ocultaba todos sus sentimientos.
El automóvil paro y ambas bajaron. La calle se parecía a todas pero había una pared de ladrillos rojos, además, delante de ellas se encontraba una caja de metal pintada con rojo. Sakura volteo de izquierda a derecha, no habian muggles transitando el lugar. Así pues, las dos entraron al pequeño cubículo, Mebuki marco el número 62442 en un aparato extraño con teclas y una bocina, espero un momento…
—Nombres y propósito por el cual visitan el Ministerio.. –habló una voz femenina detras de la línea–
—Mebuki Rousse Haruno y Sakura Haruno, propósito: cita con el Director de la oficina Contra el uso incorrecto de artefactos muggles…
Se escuchó un click y aparecieron dos pequeñas identificaciones plateadas por el teléfono, Mebuki se colocó la suya y luego ayudó a su hija…
—Una vez dentro del Ministerio debe dirigirse al mostrador de seguridad que hay al final de Atrio para someterse a un chequeo de seguridad, debe entregar su varita para que la examinen y dejar constancia de que ingresó con ella al Ministerio, gracias por su visita cuidado al salir.. –dijo la voz femenina–
El pequeño cubículo de metal descendió hasta el Atrio, un vestíbulo y zona de recepción para recibir a los vusitantes y empleados del Ministerio de magia. El techo es de pavo real azul y estaba lleno de simbolos de oro que se mantenían en movimiento, como un tablón de anuncios. Las paredes de cada lado tenian chimeneas doradas: las lateradas de la izquierda sirven para las llegadas y las laterales de la derecha para las salidas, a la mitad del vestíbulo se encontraba una enorme estatua, y al final del Atrio estaba el mostrador de seguridad, donde Mebuki tenia que entregar su varita.
