ᴏɴʟʏ ʜᴇʀ | crepusculo

ᴄʜᴀʀʟɪᴇ ʏ ʟᴏꜱ ʙʟᴀᴄᴋ'ꜱ

Una vez ya al frente de la casa de Charlie, Lenna cree que es momento despedirse como se debe hasta que observo como Edward se acercaba a darle un beso a Isabella.

No negaría que algo dentro de ella se sintio herida al ver eso, pero realmente no le tomto importancia, sabía que solo era la imprimación haciendo de las suyas. Así que una vez vió que la pareja había termanido su "momento" amoroso se despidió.

-Adios Edward, gracias por traerme y bueno, fue un gusto -dijo bajando de aquel auto, sonriendo al sentir una brisa de aire al momento de salir.

- el gusto fue mío Lenna -pudo observar claramente como Edward bajaba la ventanilla para decirle aquello mientras Isabella bajaba del otro lado del auto.

Sin nada más que decir Lenna se dió la vuelta para caminar hacia la puerta de aquella casa que le traía recuerdos.

Lenna percibió y sintió como aquel auto se iba alejando.

Y vaya que gran liberación sintió al ya no sentir la presencia del vampiro, pues llevaba incómoda desde hace bastante tiempo y la presencia de aquel muchacho no ayudaba.

Lenna desde afuera pudo percibir la presencia de más gente aparte de su tío, no negaría que los olores de aquellas personas se le hacían conocidas, pero realmente en ese momento no lograba recordar.

Y bueno, una vez que Isabella llegó a su lado, ambas entraron a aquella casa, dónde Lenna no dudo ni un segundo en ir en busca de su tío, hasta que lo encontró hablando con dos personas en la sala.

Realmente no presto atención a quienes eran, pues la emoción de volver a ver quién considera como su segundo padre fue más grande y con la rapidez que ella misma se permitia corrío hacia donde su tío y literalmente hablando se lanzó encima de él para abrazarlo.

Charlie obviamente no dudo en recibirla entre sus brazos de manera fuerte. Es obvio que la relación entre ellos es bastante cercana, más que la de Bella y él, pues Bella era algo distante y el prefería respetar su espacio, mientras que con Lenna todo fue de alguna manera más cercana, desde hablar de tonterías hasta apoyarse en momentos realmente bajos para cada uno.

En ese tiempo que Lenna tuvo que quedarse en Forks la relación entre ellos se hizo cercana, y desde que se tuvo que marchar siempre que podían se comunicaban.

Y Charlie no podía estar más feliz de ello, pues aquella muchacha que apreciaba como una hija era una de las pocas cosas que le hacía recordar a su hermana, pues está era la viva imagen de aquella mujer que ya no está en ese mundo, simplemente Charlie no podía estar más feliz de tenerla a su lado nuevamente.

Cuando se separaron de aquel abrazo solo se miraron y sonrieron, pues no hacía falta la palabras. Ellos con ese simple abrazo ya se transmitieron todo.

Lenna simplemente sonríe y decise darse vuelta para saludar a aquellas personas que anteriormente estaban hablando con su tío.

Que viéndolas más de cerca pudo apreciar quienes eran y no pudo estar más que emocionada de reconocerlos.

Billy Black, quién ahora se encontraba en silla de ruedas junto a su hijo, Jacob Black, su gran amigo de la infancia.

Billy y Jacob fueron personas realmente fundamentales en la vida de Lenna, el tiempo en que ella estuvo de nuevo en ese pequeño pueblo tanto como Jacob y Billy la hicieron sentir incluida.

Billy siempre que podía la llevaba a las fogatas que hacían, le invitaba a su casa y hacían diversos tipo de actividades juntos.

Mientras que con Jacob siempre que podían jugaban, aprendían de mecánica, bromeaban y eran, en su momento, inseparables.