el placer de la carne no es un pecado

cap 15

Naruto se despertó con el sonido insistente del timbre de su tableta. Luchó por salir de lo que parecían seis capas diferentes de empalagosas, pesadas y oscuras estrías de conciencia antes de lograr reunir la concentración necesaria para estirarse y recoger la tableta.

Entrecerrando un ojo, Naruto miró fijamente la pantalla y la encontró oscura y apagada. Pulsó el botón de encendido.

Dos llamadas perdidas: hace 15 minutos

Naruto se quedó mirando la pantalla sin comprender durante unos momentos, dándose cuenta con retraso de que, de alguna manera, habían pasado quince minutos completos desde que el timbre lo había despertado.

La habitación estaba completamente vacía, y era casi seguro que era la habitación de hotel en la que había estado el día anterior, pero Naruto no recordaba en absoluto cómo había logrado regresar.

Con una mirada desconcertada, Naruto tocó la pantalla varias veces, mostrando los detalles de la llamada de Fiona e iniciando la llamada.

Fiona descolgó después del segundo timbre, sonando un poco aliviada. “Ah, estás ahí. ¡Perdón si llamé un poco temprano!”

"Yo... honestamente, ni siquiera sé qué hora es", admitió Naruto.

“¿En Hoenn? Las once de la mañana —señaló Fiona. "Pensé que podrías estar un poco borrado de tu contrato".

"Oh, sí, el contrato y todo lo demás", murmuró Naruto, pensando en Kindle.

Hubo una breve pausa. "¿Todo lo demas? ¿Hay algo que deba saber?”

Naruto rió débilmente ante eso. “Oh solo, yo… me enredé con un pokemon de concurso. Por segunda vez, en realidad. ¡Y este ni siquiera fue mi culpa! ¡Básicamente me tendió una emboscada!”

"¿Entrenadora femenina?"

“En realidad… sí. ¿Cómo lo supiste? ¿Es eso común?

Fiona hizo una pausa, eligiendo sus palabras con cuidado. “Bueno, para Pokémon hembra, sí. Los Pokémon generalmente tienen distribuciones de orientación sexual consistentes con las de los humanos, alrededor del cinco por ciento son homosexuales o bisexuales o lo que sea. Pero un porcentaje mucho, mucho más alto que ese tiene algo para los humanos, por lo que tienden a emboscar al primer macho humano al que pueden poner sus patas. ¡Los peluqueros Pokémon, las niñeras, las personas que dirigen las guarderías, los entrenadores de concursos, todos! Todos son emboscados bastante por pokemon amorosos, especialmente si dicho pokemon no puede emboscar a su maestro”.

"Oh, eso... realmente nunca pensé en eso", murmuró Naruto, frunciendo el ceño y mirando alrededor de la habitación. Aleda, Tammy y Fayah no se encontraban por ninguna parte. "Estoy... eh... en realidad no... ¿Creo que perdí algo de tiempo?"

"¿Estaba usando 'atraer'?" preguntó Fiona, sonando un poco preocupada.

Naruto aspiró aire entre los dientes. "Si, yo pienso."

"Pokémon tonto, pensando que funciona en humanos tan bien como en Pokémon", suspiró Fiona. "Realmente necesitas aprender a decir 'no', Naruto".

Naruto hizo una mueca. "Ella era una braixen , ¿cómo puedo decir 'no' a eso?"

Hubo una pausa y Naruto pudo escuchar a Fiona poner los ojos en blanco. "De cualquier manera, hablando de no poder decir 'no', tengo una oferta de trabajo para ti".

"Estoy eh... escuchando", dijo Naruto distraídamente, sosteniendo su tableta frente a su cara y desplazándose a través de sus mensajes y llamadas, tratando de averiguar qué había sucedido el día anterior más o menos.