Capitulo 19

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Decidimos ir a la casa caminando, así podemos seguir tranquilos y aprovecho a preguntarle algo que me tiene preocupado o más bien ansioso

-cariño

-mmm?

-quieres que busquemos a tu hermano?

Levanta su vista a mi, no dejamos de caminar, mira mis ojos y suspira

-me gustaría saber que pasó con él moreno, siempre quise buscarlo pero tengo tanto miedo.

-miedo de qué?

-fue mi culpa lo que pasó ese día, fue mi culpa. Yo le mostré lo que descubrí, la vida que había fuera de casa. El vivía tranquilo siguiendo las normas de la casa, tampoco tenía contacto con los demás niños en la escuela. Estaba bien hasta que mi estúpido cerebro tuvo la idea de contarle y mostrarle cosas.

-él decidió explorar todo eso Kevin. Él quiso experimentar tu no tienes la culpa de nada. El único culpable de la vida que llevaron y como sucedieron las cosas fue tu padre. Cualquier adolescente querría vivir con libertad y hacer lo que siente. Eras solo un niño cariño.

-me acosté a su lado Pedro, se me prohibió acercarme a él esa noche y me acosté con él , lo cuidé.
Si no lo hubiera hecho padre no habría reaccionado de forma tan violenta.

Me sostiene la mano con fuerza mientras se le escapan algunas lágrimas, lo freno para abrazarlo. Y se deja consolar. Así en el medio del pueblo.

Le froto la espalda mientras él intenta calmarse. Me besa la mejilla un rato después.
-gracias por escucharme. Me siento mejor, liberado.

-vamos a descubrir que pasó esa mañana Kevin, vamos a encontrar a tu hermano, saber si aún vive. No estás seguro si murió?

-recuerdo limpiarlo y curarle algunas heridas lo mejor que podía, cuando lo vi yo lloraba histérico pero de un momento al otro me recuerdo muy serio y haciendo todo de manera clínica, como en trance.
Recuerdo que lo vestí y el respiraba muy lento. Era casi 3 años más grande que yo pero no tenía el cuerpo de un chico de esa edad, era bajito y delgado, la piel blanca. La recuerdo llena de manchas azules y rojas. Yo era más grande que los chicos del colegio, desde más pequeño se notaba que iba a tener el físico de padre, era así como estoy ahora, pero sin los músculos definidos, más bien un hombre fuerte y alto, pero tengo el color de pelo y los ojos de mamá.

Después tengo imágenes en mi mente, veo gente, me veo pidiendo ayuda, pero también me veo en algún lugar tapando  algo con tierra. No qué lugar es, no me puedo concentrar cada vez que lo pienso.
Recuerdo que no vi a ninguno de mis padres alrededor de 6 o 7 días después de lo que pasó, pero yo seguía las normas de la casa a la perfección por las dudas se aparecía.
Hablaba solo cuando los profesores o mi padre me lo permitían, comía muy poco, apenas me bañaba.
Padre nunca jamás me preguntó qué hice con Martín, nunca se lo nombró en la casa. Y con el paso de los años yo fui dejando todo atrás.
Recién en la base comencé a comunicarme con la gente, me concentraba y meditaba con el propósito de comenzar una vida nueva.

-ven aquí cariño
Lo abrazo y lo beso con ternura, nunca imaginé que podría haber tenido esa vida, que hubiera vivido esas cosas tan feas, que un niño de solo 14 años haya tenido que sobrevivir a un padre así.

-eres muy fuerte Kevin, y no tienes la culpa de nada de lo sucedido. De nada. Por favor confía en mí, no te torturas. Vamos a encontrarlo y completar esas lagunas de tu memoria. Y vamos a vivir felices para siempre.
-te lo prometo

me mira con esos hermosos ojos brillantes por el llanto, y descansa su frente en la mía. -te amo Pedro

Desde que te perdí -3-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora