Desde que te perdí -3-

Capitulo 39

Y si, estamos ebrios ahora.
-no puedo creer que no te dije esto antes. Hace días que me da vueltas por la cabeza.
-Todavía tengo ciertas dudas de como podrías reaccionar a ciertas cosas

Kevin ahora me mira con sus ojitos brillosos. Lo estoy lastimando

-lo siento Pedro

-no, no lo sientas. Disculpa por sentir dudas. Fueron muchos años haciendo cada vez más esfuerzo en ocultar mis sentimientos. Que ahora me resulta difícil hacer algo como esto y decírtelo naturalmente.

-ves? Lo siento por hacerte sentir inseguro Pedro. Fueron muchos años ignorando lo que sentías, haciendo que finjas ser otra persona delante mío. Lo siento mucho. Perdóname. No tengas miedo de hablar cualquier cosa conmigo. Por favor.

Y sip. Ahora estamos llorando los dos.

-de verdad está todo bien con lo del bebé? Sino estás listo podemos buscarle una familia.
Hablo temblando. Por que de verdad lo quiero. Quiero ser papá.

Me acaricia el rostro con sus dedos, suave. Mira mis ojos que seguro están tan rojos como los suyos.
La mirada dura para siempre, no sé que estará pensando porque maldita sea, de verdad estoy ebrio. Pero en sus ojos solo veo cariño y amor.

Me da un beso sin quitar su mano de mi mejilla.
-si moreno. Seamos padres.
Los mejores padres que ese bebé podría tener. Quiero ser papá y lo quiero contigo.

Apoyo mi frente en la suya y cierro mis ojos tranquilizandome. Como pude dudar de él? Es el Kevin que siempre quise, es el hombre que siempre esperé para compartir mi vida. Y hoy está en su mejor versión, al fin dejando salir su verdadero ser, abierto a ser una familia para todos. Es mi Kevin, mi marido y padre de mis hijos.

-te amo Kevin. Gracias por ser el hombre de mi vida.

Me besa, lo beso. Nos tocamos, nos quitamos la ropa. Me acuesta boca arriba para seguir besándome mientras me cubre con su cuerpo, tan duro y sexi. Mis manos sostienen su cabeza y las suyas acarician mis mejillas. Nos estamos besando con tanto amor y tranquilidad que es emocionante. De vez en cuando se me escapan algunas lágrimas.
Nos miramos a los ojos. Nos sonreímos.
El mueve su cuerpo sobre mi, se desliza una y otra vez sin despegar ni un centimetro su piel de la mía.
Nuestros penes atrapados se frotan sin parar, es un vaivén lento y desesperante. El cuarto está lleno de gemidos y suspiros. No dejamos de besarnos y sonreír nos hasta que nos venimos así, frotandonos, nuestros cuerpos transpirados y pegajosos.

Y así, me despierto. Pegajoso, transpirado, con Kevin desmayado casi encima mío. Me duele la cabeza y los ojos. Pero estoy feliz. Demasiado feliz.
Lo quito de mi cuerpo y lo acomodo un poco, le doy un beso en la espalda y lo abrazo para seguir durmiendo. No tengo idea de la hora que es y no me importa. Solo quiero estar así un rato más.

Me vuelvo a despertar por que Kevin me toca el cabello y escucho música.
Está oscuro afuera, y sigue haciendo calor.

-hace mucho estas despierto cariño?

-dime por favor que todo lo que pasó no fue un sueño..

-por supuesto que no. Es todo real Kev.
Le acaricio la pierna que esta junto a mi.

-genial. Tenemos que hablar de muchas cosas, lo sabes no?

-traer un bebé a la casa, nadie excepto Chris sabe que hacer con uno. Nuestro trabajo. El tiempo que pasamos viajando. Los peligros. El espacio de nuestro cuarto. La escuela

Venía bien.
Dios que bien venia enlistando todo.

-cariño. No tiene ni 6 meses en el vientre y ya estás pensando en la escuela.
Me río por que me da ternura lo preocupado que está.

-Los chicos nos van ayudar. Es muy pronto para pensar tanto. Vamos a planificar un poco y esperarlo con calma. Tenemos que averiguar si es niño o niña. Según Irina no se vio en el último ultrasonido.

-me gustaría participar en el parto.

-lo imaginé.
Me arrodillo frente a él y lo beso. Vamos a bañarnos y a comer algo cariño. Muero de hambre. Luego vemos como les podemos contar a los chicos la noticia.

Me sonríe y vamos a tratar de sacar el semen seco en nuestros estómagos. El mio ya pica.