Capitulo 47

24 4 4
                                    

No tengo palabras para describir este momento. Las manos de con guantes de Kevin recibiendo a nuestra bebé directamente del cuerpo de la madre. Esto es alucinante.

Miro como si fuera una película todo lo que está sucediendo delante mío.
Me piden que corte el cordón y lo hago temblando.
Luke, con una sonrisa increíblemente grande, la toma de las manos de Kevin y la lleva a otro cuarto pequeño para limpiarla, yo lo sigo muy de cerca, no puedo despegar mis ojos de su pequeña y preciada carga. Una vez apenas controlada me la da para que la abrace.

Dios mío. Es una pequeña bolita rosada, y gritona. Su pequeña boca roja sin dientes está largando unos gritos increíbles.
La pego a mi y la arrullo con tranquilidad, la que no tengo, pero intento transmitirle.
Me muevo un poco y queda en completo silencio.
Después de unos segundos me atrevo a moverla para poder verle la carita.

De verdad no tengo palabras. Lo que siento al verla, al tocarla, al tenerla por fin en mis brazos. Es algo inmenso.
Veo por el pequeño vidrio como Kevin y el obstetra terminan de hacer todo lo que corresponde con Irina. Mientras mi pequeña bebé, tan pequeña en mis manos, apenas se mueve y hace gestos con su boca.

Kevin viene a lavarse y por fin, gracias al universo, entre los dos abrazamos a la pequeña
Lloramos y compartimos un beso, y palabras de amor.

-te amo Pedro te amo tanto

-oh Kevin. Es tan linda. Tan perfecta. Los amo.

-dios cariño. No puedo dejar de llorar.
No sé como hice para estar ahí y hacer todo sin desmayarme

-eres el mejor Kevin. El mejor esposo y vas a ser un gran padre.

Un momento que soñé, es éste, así de mágico, tal cual. El y yo sosteniendo a nuestro pequeño bebé entre nosotros. Todos los nervios, los miedos, los pro y contras, las dudas, las preguntas, la ansiedad. Todo ha quedado olvidado en este instante.
Lo único que puedo sentir es a mi familia aquí, abrazandonos. Tocandonos. Dándonos amor y seguridad.

El médico y Luke están con la bebé haciendo lo que corresponde y nosotros con Kevin pasamos a saludar y agradecerle a Irina por todo.
Entró en labor de parto el tercer día que llegamos a la ciudad.
4 días antes de la fecha estimada. Y gracias al cielo fue algo, según los médicos, fácil y sin contratiempos. La labor de parto duró más o menos 4 horas y 25 minutos y una vez en la sala de partos en 17 minutos nació.
Números fechas y horas que no olvidaré jamás.
Ella una luchadora. Se bancó todo por nuestra bebé. Deseo de todo corazón que la vida le sonría siempre, haga lo que haga. Merece una vida buena, feliz y saludable. No voy a olvidarla jamás.

Una vez que Luke nos devuelve a la niña nos trasladamos a una habitación donde debe permanecer durante 12 horas hasta que le den el alta. Por lo general estas 12 horas son con la madre pero como es una adopción sin vínculos con la progenitora, ambas esperan el alta en habitaciones distintas y la bebé pasa sus primeras horas con nosotros.

Aquí unas enfermeras nos ayudan a alimentarla y nos enseñan como cambiarla y arroparla. Cosa que agradecemos porque solo tenemos visto videos y explicaciones habladas de otros padres.
Verlo, y hacerlo en la realidad es muy distinto. Por suerte Kevin capta todo a la primera y durante las siguientes 8 casi 9 horas estamos los 3 solos y entre los 2 practicamos y aprendemos que hacer.
Cuando los demás tienen permiso de entrar al cuarto es todo una locura silenciosa. Gritos, palmadas, llantos y alegría, todo en silencio para no perturbarla. Parecíamos todos locos. Pero ella siempre un angelito.
Ha estado despierta y dormida de manera intermitente, ha estado en brazos y en la cuna, ha tomado la leche y ha hecho eso que parece caca. Ha llorado y la hemos calmado con caricias y abrazos.
Estas son las mejores 9 horas de mi vida hasta el momento.
Ver el rostro de Kevin cada vez que la tiene a upa. Es la gloria. Es el cielo. Verlos juntos me llena de una paz que no puedo describir.

Ha pasado de brazo en brazo por toda nuestra familia. Todos están tan emocionados y contentos.
El cuarto está lleno de globos, flores y peluches. Las enfermeras enloquecidas con todos estos locos, algunas por el alboroto, algunas por tener tantos tipos grandotes con pintas de asesinos, otras porque, no puedo hacerme el tonto, estamos buenos y somos muy guapos. Suena a idiota que yo lo diga, pero no exagero, y me incluyo, tenemos cuerpos sexis y somos guapos.
Los chicos se van luego de que compartimos unos cafés y bocaditos durante un rato. Y nos quedamos las pocas horas que faltan para que nos liberen. Bajamos los niveles de adrenalina que tenemos, controlamos nuestras emociones y nos relajamos junto a la bebé más hermosa del mundo en el sillón del cuarto.

Luego de dejar en orden un montón de papeles, nos vamos a nuestro auto que esta equipado con la sillita que debemos utilizar al conducir. Acostamos a nuestra hija que está dormida y la cubrimos bien. Hacemos piedra papel o tijera para ver quien conduce y quien se sienta a su lado para vigilar sus sueños, por más que sean solo unos minutos hasta el hotel donde nos estamos quedando.
Gano yo, así que Kevin maneja y yo disfruto de la calma que tiene mi hija.

Tenemos planeado ir mañana a casa pero creo que sería mejor irnos ahora, por lo que le envío a johni que nos tengan todas nuestras cosas listas así las cargamos en el auto y nos vamos a casa para ya instalarnos y descansar ahí ya del todo.
Así que con todo preparado y biberones listos con un aparato muy práctico que conseguimos para el auto, partimos hacia nuestro hogar, a nuestra nueva vida.

Desde que te perdí -3-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora