Parte 1

241 11 0
                                    

Kate

Todo me resultaba confuso estas últimas semanas, hace poco dejé de estar instalada en casa de los Barton para regresar a la gran manzana. Estar en casa de Clint había sido excepcional, me la pasé entrenando mucho teniendo al mejor héroe como tutor y también fui muy bien acogida por su familia, ellos realmente eran muy unidos y se complementaban muy bien, me agradaba estar ahí, y hubiera deseado quedarme más tiempo, pero después de casi un mes tenía que regresar a poner, o intentar poner mi vida en orden.

Ahora estaba aquí, fuera de la prisión donde estaba mi madre, realmente me parte el corazón haberla puesto en este lugar, pero ella cometió error tras error después de la muerte de mi padre haciendo que lo mejor para pagar por sus acciones era ser arrestada, lamentablemente fui yo, su propia hija, la que descubrió todo y tuvo que tomar la decisión más difícil de su vida para hacer lo correcto.

Me debatía entre entrar o no al lugar, no sabía si ella me quería ver después de todo, recuerdo como me miró con decepción la última vez que la vi, donde la entrege en bandeja de plata a las autoridades, eso es algo que probablemente nunca podré perdonarme aunque sepa que fue lo mejor para todos.

Respire profundo agarrando valor y salí del auto para empezar a caminar hacia la entrada del lugar -tranquilizate hawkeye, tu puedes hacerlo- empecé a alentarme a mi misma, hace poco clint me dio su consentimiento para usar su nombre, y obviamente no podía dejar de usarlo cada que tenía la oportunidad, me encantaba referirme a mi misma de esa manera.

-hola, buen día, quisiera visitar a una reclusa de aquí...- empecé a hablar con uno de los guardias de la entrada pero de inmediato me corto.

- los días de visita son los martes y jueves- me dijo secamente, hoy era viernes, mierda, tendría que esperar un par de días más para poder ver a mi madre.

- oh bueno, gracias - dije retirándome de ahí y regresando a mi auto, el martes volvería a primera hora, necesitaba ver a mi madre, necesitaba que me contará su versión de los hechos, necesitaba respuestas y al menos un grado de arrepentimiento por todo lo que hizo, realmente eso esperaba.

Mientras conducía nuevamente adentrándome a la bullosa ciudad de New York comencé a hacer una lista mental de lo que tenía que hacer aquí, primero debía contratar alguna empresa para re modelar mi departamento, aún se encontraba vuelto cenizas desde que me fui, podría venderlo pero le tengo mucho cariño al lugar.

Ese departamento era de mi padre y el me lo había dejado como herencia, no podía venderlo, era mi lugar, mi pequeño escondite de la realidad horrible que había afuera de el.

Luego de esa nota mental del departamento, recordé que a Lucky debía mandarlo a un veterinario para que le den un buen baño y vean su salud, después de todo había decidido adoptarlo, así que me encargaría de ser responsable con él y llevarlo con un especialista en animales seria buena opción para garantizar que todo estaba en orden con mi perro.

Pase a mi siguiente pendiente mental y recordé la empresa de mi madre (ahora mía) hace poco recibí una llamada de las autoridades, la empresa había estado en investigación gracias a los delitos de mi madre, pero sorprendentemente todo indicaba que Bishop Security estaba limpio de crímenes y mafias.

No negare que por un largo momento pensé en hacer una junta directiva y hacerme a un lado de esa empresa, pero luego recordé a mi padre y a su padre, y todas las generaciones de los Bishop que habían puesto su confianza y trabajo para que esta empresa sea la mejor del país, no era justo que yo simplemente me quiera desviar de ese legado, mi padre no hubiera querido eso, y yo tampoco.

Luego de decidirme de que sería quien llevara de ahora en adelante las riendas de la empresa de seguridad más grande del país, me hice una nota mental en tener a Jack a mi costado como tutor, yo sabía muchísimo de la empresa, pero no tanto sobre contratos, patentes, lazos empresariales y todos esos temas administrativos, en cambio Jack si, y se que él podría darme una mano en todo eso.

Seguí conduciendo hasta llegar al edificio donde se encontraba el penthouse, eso también lo heredé y milagrosamente también estaba desvinculado con la mafia, mi madre fue muy hábil al mantener su vida y trabajo personal fuera de todo lo malo que hizo.

Apague el motor sacando las llaves y salí del auto adentrandome en el edificio, salude al recepcionista el cual me dio una media sonrisa algo comprensiva, últimamente todos me sonreían así, como si sintieran pena, aunque otros me miraban como si hubiera matado a sus mascotas, claramente las opiniones de lo que hice con respecto a mi madre estaban muy divididas, y era comprensible que al ser una familia mediática la gente comentara acerca de nosotras.

Me adentre al ascensor dejando soltar un largo suspiro, eran apenas las 10am pero sentía que el día ya era agotador, al llegar a mi piso las puertas del elevador se abrieron dejando ver el lobbie del penthouse, rápidamente Lucky vino a verme euforicamente cuando sintió mi presencia.

-Hey hola amigo, me extrañaste? - dije acariciándolo para recibir un ladrido de vuelta, él estaba feliz y eso me daba también felicidad e incluso tranquilidad -tomaré eso como un si- dije riendo para adentrarme más al lugar. 

Hoy empezaría mi nueva vida sin nadie a mi alrededor, era de hecho triste, pero la soledad era lo que me había tocado vivir ahora, y estaba dispuesta a dar lo mejor de mi para hacer todo de la mejor manera posible.

Déjame enseñarte lo que es el amor - KatelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora