Irónicamente para Yelena, entrar a la compañía de seguridad más grande del país había sido sencillo, cosa que le preocupo, se puso a pensar que si es así de fácil burlar a los guardias e incluso moverse a través de los puntos ciegos de las cámaras entonces la seguridad de la joven Bishop no estaba garantizada.
La espía pudo suponer que la oficina que estaba en el último piso y que por ende era la más grande se trataba de la oficina de la arquera, así que entró sin pensarlo dos veces, pudo percatarse que no había ni una cara de seguridad ahí, así que se movió con naturalidad ahí dentro mientras daba una leve inspección.
Oficina grande. Típica de empresarios con una cantidad absurda de dinero, un escritorio que probablemente era de cedro, caoba o algún tipo de madera cara, una computadora de última generación sobre el, seguido de una laptop, un teléfono fijo y gran cantidad de documentos que parecían intactos, Yelena sonrió ante eso último, era obvio que la pelinegra ni se había molestado en revisar los papeles.
Se apresuro a tomar la laptop de Kate entrando al programa de cámaras que controlaba todo el edificio, una vez más, le fue fácil hackear la contraseña, solo rodó los ojos y se puso a ver en cámara rápida la grabación donde ella creía que podía aparecer la pelinegra.
Algunos minutos más tarde pudo por fin ver a Kate, estaba saliendo de su oficina dirigiéndose al ascensor, inmediatamente Yelena puso la grabación del ascensor para poder visualizar a la arquera, esta vez una pequeña sonrisa dibujo su rostro, ver a Kate en el ascensor sin hacer absolutamente nada pero aún así brillando solo por existir, hacia que la espía se sintiera extrañamente feliz.
Nuevamente vio a Kate bajar del ascensor y supuso que iría al estacionamiento y así fue ya que en el siguiente video se mostraba como iba caminando hacia la entrada del estacionamiento subterráneo que tiene la compañía, la rubia frunció el ceño cuando no pudo visualizar ninguna de las cámaras de seguridad dentro de dicho estacionamiento, así que sin pensarlo dos veces, cerró la laptop y comenzó a dirigirse hacia allá.
Ahora le valía un pepino que la vieran las cámaras, total ella conocía a la dueña del lugar así que podía caminar como si nada por los pasadizos, incluso tomó el ascensor como si estuviera en su casa, si algún guardia se atrevía a siquiera cruzarse en su camino entonces tendría que dormirlo por un buen rato.
Para suerte de todos, pudo llegar al estacionamiento sin cruzarse por nadie por delante, estando ya ahí empezó a evaluar el lugar, pudo visualizar rápidamente el auto de Kate y trató hacia el evaluando si tenía algún indicio de algo, pero nada, todo parecía normal hasta que pudo ver algo cerca de las llantas traseras, entrecerro los ojos tomando un llavero morado con la inicial 'K' grabado en el junto con la llave del auto que tenía justo en frente.
Estaba claro que algo pasó y que esas llaves le pertenecen a la pelinegra así que Yelena rápidamente poso su mirada hacia las cámaras y al verlas todas tapadas e incluso algunas desconectadas, se asusto de sobremanera.
-no puede ser Kate Bishop, ahora en que te metiste? -
Dijo para guardar las llaves del auto en su chaleco y desaparecer de Bishop Security.
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Déjame enseñarte lo que es el amor - Katelena
Genç KurguUna historia de dos grandes corazones que logran complementarse en lo absoluto.