Kate despertó dándose cuenta que no se encontraba en casa, no estaba en su cuarto ni acostada en su inmensa cama en la que habitualmente dormía, también se dio cuenta que se sentía inmensamente cansada, e incluso el inicio de una migraña empezaba a iniciarse en su interior, intento llevarse una mano a la cabeza pero las cuerdas en sus muñecas se lo impidieron, fue ahí donde empezó a caer en cuenta donde se encontraba.
En un cuarto terriblemente sucio, con una luz tenue y sin ningún tipo de ventilación visible, ella estaba sentada en una silla justo en medio de ese espacio, con las muñecas atadas en su espalda y cada uno de sus tobillos atados a las patas de la silla, uno a cada lado.
No había nadie más, solo ella, pero de igual manera sabía que la vigilaban, había 4 cámaras, una en cada esquina, apuntando justo a ella, por lo que inteligentemente decidió no hacer ningún movimiento que pusiera en riesgo su vida, pero en gran parte tampoco lo haría porque la curiosidad de saber quien estaba detrás de todo esto era más grande, quería saber porque la habían secuestrado y que querían a cambio, no saldría de ahí hasta obtener como mínimo, algo de información.
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.Yelena se encontraba haciendo las compras en un minimarket cerca al centro de New York, vodka era principalmente lo que llevaba, eso y varias cajas de macarrones con queso, también comida para Fanny junto con algunos juguetitos que seguro le encantarían a su pequeña mascota, no sabía porque inconscientemente había conducido hasta ahí, pues donde vivía habían muchísimos markets donde podía encontrar justo lo que estaba comprando ahora e incluso a mejor precio, pero su interior le trajo hasta ahí, demasiado cerca del edificio de los Bishop por pura casualidad.
Estaba por pagar cuando en la la vitrina de la caja pudo divisar varios llaveritos que tenían la temática de los vengadores, no pudo evitar girar los ojos cuando los vio, siempre se encontraba con algo que tuviera esa temática, revistas, peluches, figuras de acción, tazas, ropa e incluso una ves pudo ver unos boxers con el logo de los vengadores estanpado.
Sonrió recordando aquello hasta que diviso un llavero con el logo de Black Widow y se le borro la sonrisa, nuevente los recuerdos empezaron a invadirla, lo malo de haber tenido una hermana como Natasha es que era muy difícil superarla cuando cada cinco minutos veía algo referente a ella en cada lugar al que fuera.
Soltó un gran suspiro mirando más llaveros hasta que nuevamente vio uno que llamó su atención, esta vez había un arco y una flecha, inmediatamente supo que se trataba de hawkeye y no pudo evitar pensar en que a Kate Bishop quizá le gustaría tener algo como eso, después de todo Clint era su vengador favorito y pelinegra siempre había hecho notar lo gran fan que era del arquero.
-desea agregar algo más a su compra? - preguntó la cajera sacando a Yelena de sus pensamientos.
-Hmm.. - frunció el ceño pero rápidamente lo reemplazo con una muy leve sonrisa -de hecho también llevare ese - dijo señalando el llavero morado.
-perfecto.. entonces sería...- empezó a decir la cajera pero se vio interrumpida por Yelena.
-Y... creo que también llevare aquel de allá- dijo esta vez señalando el llavero rojo con el símbolo del reloj de arena.
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.-Hey! Como estas amigo? - dijo Yelena siendo recibida por Lucky cuando entró al penthouse de los Bishop, había estado decidiendose por aproximadamente 30 minutos si entraba o no al edificio, pero al final se decidió que sería bueno entregarle hoy el obsequio que le había comprado a la arquera.
No supo porque lo compró, simplemente lo hizo en un pequeño impulso, al igual que cuando compró el suyo, pues pensó que así como la arquera tendría un llavero de alguien a quien admira, ella también podría tener uno, ya que no había a nadie a quien admirara más que a su hermana.
En fin, ya se encontraba dentro del penthouse, era obvio que no se encontraba la joven pelinegra así que tocaba esperarla.
Se dio cuenta que siempre que se veía con la arquera, ella tenía que esperarla a que se dignara a aparecer, así que siguiendo los pasos de cuando tuvo que esperarla en su departamento, empezó a buscar en la bolsa que había traído, tomó una caja de macarrones con queso para empezar a cocinarlos.
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Déjame enseñarte lo que es el amor - Katelena
Novela JuvenilUna historia de dos grandes corazones que logran complementarse en lo absoluto.