Jóvenes Ardientes

CAPITULO 3

Marcus abrió la puerta e invitó a Vivi a pasar. La sala era acogedora, tenían 3 sillones en forma de U y cerraba el espacio un televisor grande que estaba sobre un mueble con muchas fotos familiares. Al costado se encontraba el comedor con espacio para 6 sillas y a su lado estaba la cocina.

MARCUS: Pasa, no es muy grande el departamento porque solo somos 3 personas.

VIVI: Se ve bonito, aunque se vería mejor con una ventiladora.

M: Tenemos una, ahora la traigo. Por cierto, puedes sacar tu almuerzo, allí está el microondas – mientras señalaba una esquina de la cocina –

V: Genial, ya tengo hambre, almorcemos rápido para empezar a estudiar.

M: Esta bien.

Marcus entró a su cuarto, buscó la ventiladora y decidió cambiarse el jean por un short casero y sus zapatillas por sus sandalias. Unos minutos después salió nuevamente a la sala.

VIVI: Te cambiaste de ropa – afirmó mientras esperaba que su almuerzo se calentara en el microondas –

MARCUS: Sí, no eres la única que tiene calor, además aquí tengo la ventiladora.

V: Genial, enchúfalo cerca del comedor.

Marcus conectó la ventiladora al costado del asiento que ocuparía Vivi; el reloj marcaba las 2:15pm y ambos se sentaron uno al costado del otro para almorzar mientras conversaban sobre las clases que tuvieron en la academia. Poco después empezaron a estudiar, Viviana estaba entendiendo los temas, empezó a desarrollar algunos ejercicios y sacaba las respuestas correctas, era todo lo que necesitaba para poder rendir su examen de simulacro al día siguiente.

Por otra parte, Marcus le había enseñado todo este tiempo a Viviana, pero cuando la miraba podía ver que su vestido rojo ya no cubría hasta sus rodillas sino solo hasta el muslo. Además, en ciertas ocasiones, la ventiladora alzaba su vestido un poco más de lo normal y por más que él intentaba evitar mirar las piernas de Vivi, sus ojos se desviaban instintivamente.