Jóvenes Ardientes

CAPITULO 6

Marcus tuvo que agacharse un poco para poder bajarle la ropa interior y pudo observar lo que ese calzón blanco con dibujos de flores guardaba con recelo, la parte más sensual de Vivi.

Él pudo observar cómo los vellos de su vagina se habían humedecido así que la recostó en el sillón y le abrió las piernas. Vivi estaba nerviosa, solo quería entregarse, disfrutar y recordar lo que era tener a un chico encima de ella.

Recostada en el sillón abrió sus piernas mientras Marcus se arrodillaba para besar sus muslos mientras se acercaba a su vagina mojada. Ella cerró sus ojos y empezó a suspirar al ritmo de los besos de él hasta que empezó a sentir como su lengua, que de manera circular, recorría su orificio vaginal y luego entraba y salía mojándose aún más de lo que ya estaba, al cabo de unos minutos Marcus se puso de pie.

MARCUS: ¿Me la quieres chupar?

VIVI: No hago esas cosas – dijo apresuradamente –

M: ¿Nunca lo has hecho?

V: No – replicó nerviosa, ya que estaba mintiendo –

M: Solo pon tu boca aquí – señalando su pene –

V: No lo sé...

Vivi ya había hecho sexo oral a su exnovio; sin embargo, para ella ya era un gran avance todo lo que había sucedido hasta ese momento y no quería pasar ciertos límites. Marcus no insistió, se recostó sobre ella e hizo que su pene recorriera los labios vaginales de Vivi, cerró sus ojos y sentía lo mojada que ella estaba mientras la escuchaba suspirar hasta que en uno de esos recorridos su pene se introdujo en su vagina.

VIVI: ¡¡Despacio, despacio!!

MARCUS: Lo siento.

V: Es que hace mucho que no lo hago – dijo apenada –

Marcus empezó a penetrarla despacio mientras Vivi aguantaba la respiración. Ella hace mucho tiempo que no tenía sexo y se sentía estrecha, pero la excitación hacía que quisiera mucho más hasta que sintió todo el pene adentro; sintió satisfacción y dejo volar su mente mientras gemía de placer.

Marcus movía la cintura de afuera hacia adentro en movimientos interminables durante muchos minutos mientras sus dedos le daban masajes circulares a sus pezones y la sala se llenaba de suspiros y gemidos.

MARCUS: ¿Quieres cambiar de posición?

VIVI: Está bien.

M: Ponte arriba – le dijo mientras él se sentaba en el sillón –

V: Ok.

Marcus se había sentado en el sillón y Vivi se estaba montando sobre él; ella agarro su pene e hizo un recorrido por su vagina hasta que encontró el lugar preciso para sentarse y que su pene entre completamente en su vagina húmeda. Ella empezó con movimientos de trasero, de atrás hacia adelante, haciendo presión, mientras él aprovechaba en lamerle los senos para después hacer un recorrido con su lengua desde los pezones hasta su cuello, todo esto mientras Vivi gemía de placer.

VIVI: Que rico se siente –suspiró –

MARCUS: No pensé que esta tarde acabaría en sexo – murmuró mientras besaba el cuello de Viviana –

V: Ni yo.

M: Detente un momento, quiero que te pongas en cuatro.

V: Está bien – exclamó excitada –

Vivi se levantó y observó como toda el área donde sus sexos estuvieron rozando estaba húmeda, eso le excitó mucho así que se subió al sillón y se puso en cuatro tal como Marcus quería. Por su parte, él pudo ver todo el trasero de Vivi; con sus dedos abrió los labios de Vivi y acercó su pene para penetrarla suavemente, un gemido se escuchó en la sala.

Marcus la cogía de la cintura mientras hacia el movimiento de meterla y sacarla; Vivi gemía mientras disfrutaba de una extraña sensación de placer cada vez que Marcus la nalgueaba.

Marcus sintió que llegaba a su clímax así que hizo que Vivi se recueste en el sillón mientras ella aún sudaba y suspiraba por la follada que había recibido. Marcus se masturbó un poco y eso fue suficiente para que eyaculara sobre los pechos de Vivi que veía atónita como era bañada de semen. Marcus suspiró.

MARCUS: ¡Wow, me encantó!

VIVI: Sí, estuvo rico – respondió cansada y satisfecha –

M: Traeré algo con qué limpiarte – mientras salía corriendo al baño –

V: Okey.

M: ¿Te ayudo a limpiarte? – dijo al volver –

V: Sí, gracias.