El camino al éxito

Regla #3

Regla #3

Dedicación y esfuerzo.

Todos sabemos que, si siembras una planta y la dejas a la deriva, probablemente no tendrá la fuerza necesaria para crecer y germinar. En cambio, si la cuidas, la riegas, y evitas que las malas hierbas se apoderen de ella, al final verás un hermoso árbol crecer y dar sus frutos. Las metas son como un árbol; sino les pones esfuerzo y empeño, jamás verás resultados positivos a cada que pasen los días.

A veces pensamos que estar enfocado todo el tiempo en nuestras metas no nos dejan vivir la vida; pero eso no es cierto. La vida se basa en estas cosas; en estudiar para después graduarte y trabajar toda tu vida para pagar facturas e impuestos. Estar enfocando en un objetivo no te transforma en una persona ajena al mundo, porque tienes que entender que todo lleva su tiempo. No puedes pretender tampoco morir entre libros y no tomar un descanso. Está bien disfrutar, está bien que tomes un respiro y le dediques tiempo a otras cosas de tu interés como, por ejemplo: pasar unas vacaciones con tu familia, salir con tus amigos, pasar tiempo con tus mascotas, pasatiempos o cualquier otra actividad que te resulte divertida y que te ayude a desconectar tu mente de la presión que sientes al estar poniendo tanto esfuerzo en algo.

Evita que esas actividades te consuman. Puedes tomar un respiro, pero tampoco abuses y dejes de lado la responsabilidad o cosas que necesitas hacer para poder lograr tus objetivos. No permitas que el "salir de fiesta" o el "jugar videojuegos" se vuelva algo parte de tu rutina diaria, porque entonces descuidarás tus demás actividades y fracasarás.

Las metas no son fáciles de obtener y siempre van a haber obstáculos en el camino que pongan a prueba si en verdad mereces alcanzarlo. Ten en cuenta que muchas personas no siguen sus sueños porque se dejan influenciar por las cosas del momento.

Seguramente habrás escuchado la frase: "nunca cambies al amor de tu vida por alguien que quieres en el momento, porque los momentos pasan y la vida sigue." Está frase define mucho, y no solo aplica para el amor de tu vida, tómalo como una señal de que así será con todo. Nunca cambies el gran esfuerzo que haces para una vida futura, al estar descansando en el momento teniendo cosas más importantes que realizar. Es cierto que la vida es muy corta y nunca sabremos cuando llegará nuestro final, pero valdrá la pena luchar y sacrificarse para luego obtener todo lo que siempre quisiste. Recuerda que no estás poniendo esfuerzos sin razón, estás luchando por una de las cosas que más deseas, y eso nadie lo va a cambiar.

Se maduro a la hora de tomarte las responsabilidades en serio. No permitas que las actividades que no contribuyan a tu desarrollo personal te consuman. No permitas que las redes sociales te encarcelen.

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Espero que todos alcancen sus sueños y que este libro les sirva de ayuda para ello.