Capítulo 12

34 6 0
                                    

Donde hubo fuego

Mi madre siempre me recibía a la entrada de mis aposentos con una sonrisa elegante.

—¿Cómo has dormido mi pequeña princesa?

Sonreí al escuchar sus tiernas palabras, siempre sabían cómo actuar en mi corazón manteniéndolo alegre. Esta tarde sería la fiesta de mi decimosexto cumpleaños y estaba nerviosa por recibir a nuestros invitados, sobre todo a Philip.

Como no podría ser de otra manera mis nervios se reflejaban en mis mejillas que estuvieron todo el día de un color cereza que me delataba ante los ojos de madre, padre y Mirana.

—No estes nerviosa, se nota que entre vosotros va a ver algo por resolver.

Mirana, mi hermana mayor, ella siempre ha sido mi pilar fundamental, no sé qué haría sin ella. Me daba rabia que hubiera gente que pensara que no fuéramos hermanas, ella mantiene ese pelo castaño y ondulado que vuelve locos a todos los chicos de este pueblo, mientras que yo y mi pelo rubio y laceo no parecía impresionar demasiado. Por eso amaba a Philip, él me había visto cuando nadie más lo hizo.

—Queridas, preparad vuestras mejores galas, la fiesta esta a punto de comenzar.

El día pasó demasiado rápido. Tenía el corazón palpitante y no podía dejar de pensar en lo que me diría Philip cuando nos viéramos. Tenía la sensación de que me pediría matrimonio y eso hacía que quisiera que llegara ya el momento.

—Ven —Mirana aparece en el marco de la puerta y alza la mano—. Quiero decirte una cosa.

Hago caso a su petición y me conduce hasta nuestro amplio jardín. Allí nuestros vestidos destacan entre tanta naturaleza y me frena junto a una de las fuentes de piedra. Nos sentamos mientras la luz del sol nos cae encima y ella empieza a hablarme de forma delicada.

—Ivonne, este cambio de edad supone una alteración  en tu vida a partir de ahora y aunque no lo creas va a ser difícil

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Ivonne, este cambio de edad supone una alteración en tu vida a partir de ahora y aunque no lo creas va a ser difícil. Padre ha dicho que quiere lo mejor para ambas.

—Esto suena muy raro. —me río nerviosa.

Respira ensanchando ligeramente el pecho para después soltar todo lo que habría guardado en secreto estos días.

—Padre quiere que vayas al norte. Quiere que eches raíces allí y que nuestro apellido crezca y, a su vez, nuestro terreno.

—No puedo irme de aquí. Aquí tengo a Philip y a ti. Quiero casarme con él, padre no entiende.

—¿Y él te ha propuesto matrimonio? —niego con la cabeza partiéndome el corazón. Mirana agarra mi mano y la miro a los ojos—. Haré todo lo posible para que padre trate de entender tus sentimientos.

Sus palabras me calmaron pero no estaba segura de que a padre le haría gracia lo que yo guste, más bien buscará su beneficio y eso no me involucra.

La noche llegó a mi enorme casa y empezó a iluminarse con velas y risas de personas a las cuales no conocía, mas estaban allí por mi cumpleaños. A lo lejos veía a mi padre entablar conversaciones con otros hombres. Su mera presencia me ponía de los nervios. Entonces vi a Philip entrar por la puerta principal y sonreí como nunca.

Cuando florece una Asesina✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora