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La familia daba un paseo por el pueblo, habían recibido muchas quejas de que la calle estaba llena de baches entonces habían aprovechado la salida para dar un paseo.

—Si está muy fea... Mira esos hoyos—habló Felix haciendo una mueca.

—Ya van tres calles que tienen muchos hoyos, hablaré esto con Minho y otros—dijo Hyunjin mientras cargaba a SunMi en sus brazos.

EunHwan y Eunwoo observaban a todos los que pasaban a su alrededor, gruñendo a todo aquel que miraba a su papá omega.

Felix al escuchar muchos gruñidos por parte de sus cachorros, volteo a verlos con curiosidad.

—Cachorros, ¿Por qué gruñen?—cuestionó.

Hyunjin por otro lado sonreía triunfante, había educado muy bien a sus cachorros ya que nunca dejaban que un alfa o beta se acercaba a su papá omega ellos no dudaban a gruñir.

— Te protegemos, papi—respondió EunWoo con una sonrisa orgullosa.

— ¿De quién?

— Cómo ese alfa sucio—señaló EunHwan a un alfa que iba pasando por ahí y no dejaba de ver a su papá.

Felix sujetó la mano de su hijo—No señales a las personas

— Déjalo, cariño. Mejor vamos a comer brownies—opinó con una sonrisa— ¿Quieres brownies, SunMi?

— Ah—sintió con su cabeza mientras jugaba con un juguete.

Los ojos de Felix y los gemelos brillaron al escuchar eso, inmediatamente el rubio sujeto la mano de sus cachorros y corrieron a la panadería más cercana, dejando atrás a su esposo e hija.

— Tu papi y hermanos son unos golosos— comentó con una sonrisa antes de ir detrás de su esposo e hijos.

Después de un largo rato en la panadería, la familia ahora estaba sentada cerca de un río, disfrutando de la vista y aquellos postres que compraron.

Hyunjin y Felix veía jugar a sus cachorros con el agua y unas piedras que están en la orilla del río.

— Gracias, alfa— habló el omega sonriendo.

El alfa lo miro confundido—¿Por qué...? No entiendo

— Por darme esto...—respondió mirando a sus cachorros, giro levemente su cabeza para ver al alfa—Gracias por darme amor y una familia.

Hyunjin soltó una risa nasal— No. Gracias a tí por llegar a mi vida, Lixxie

— Ojalá te hubieras conocido antes de mi primer matrimonio... Pero no importa, al fin y al cabo soy muy feliz contigo—sonrió tiernamente.

— Soy muy afortunado por tener un omega tan lindo como tú, gracias a ti los cachorros son hermosos—opinó.

Felix le dió un leve golpe en las costillas con su codo al pelinegro— Aunque no fuera lindo mis cachorros seguirían siendo hermosos

El alfa rió— Eres la persona más hermosa ante mis ojos y los ojos de cualquier persona—tomó con delicadeza la mano del rubio y retiro el guante de encaje que traía puesto, besó el dedo anular que era adornado por un anillo de oro— Pero solo yo tengo la dicha de decir que eres mi esposo, mi omega...

Felix miro al pelinegro unos segundos antes de hablar— Somos muy afortunados de tenernos el uno al otro

— Yo soy el más afortunado—se acercó un poco más al cuerpo del rubio— ¿Me amas?

-Te amo como no tienes idea, eres el alfa que siempre quise a mi lado desde pequeño-entrelazó sus dedos con los del pelinegro-Cada día me enamoro más de tí y te amare hasta el día de mi muerte

El Omega del emperador Hwang ᴴᵞᵘⁿˡᶦˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora