O1

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Un triste omega sentado en el frío piso mientras miraba algún punto de aquella grande habitación mientras lágrimas escurrían por sus mejillas.

—Deja de llorar, omega—ordenó su esposo.

Felix limpio volteo a ver al alfa frente suyo—Me acabas de golpear...

—¿Quieres que te golpeé nuevamente?¿No conoces tu lugar?—Cuestionó enojado.

El rubio negó levemente—Perdóname... Alfa

—No vas a salir de aquí hasta que yo te lo permita, ¿Oíste?

El omega asintió levemente manteniendo su mirada en el piso; escuchó como la puerta fue cerrada con brusquedad.

—Ya no quiero esto... No quiero— murmuró mientras se abrazaba asi mismo, sentía todo su cuerpo doler y su lobo solo chillaba por auxilio, pero no podía hacer nada solo le quedaba aguantar todo eso.

 No quiero— murmuró mientras se abrazaba asi mismo, sentía todo su cuerpo doler y su lobo solo chillaba por auxilio, pero no podía hacer nada solo le quedaba aguantar todo eso

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Una cena familiar, el evento que más odiaba. Más bien, odiaba todo evento en el que tuviera que estar con su esposo.

—Felix ¿Estás seguro que eres fértil?—cuestionó la madre de su alfa.

El omega asintió con timidez—¿Por qué lo pregunta?

—Es que ya van tres años de matrimonio y aún no quedas en cinta, no te preocupes si no eres fértil, hay otras opciones—Bebió de su taza de té con mucha tranquilidad.

—¿Otras opciones?—cuestionó confundido.

—Wooyoung puede embarazar a un omega de su extenso harem y tú podrías ser la madre de ese cachorro—explico el señor de ya avanzada edad.

Los padres del omega se miraban entre si, sentían mucha vergüenza en esos momentos. Se supone que entregaron su hijo porque era un omega fértil.

— De eso quería hablarles el día de hoy —interrumpió el alfa, toda la atención de las personas en esa mesa se dirigió a él— YungMi, mi favorita, está en cinta — dijo con una gran sonrisa.

Los padres del alfa empezaron a celebrar mientras los progenitores del omega estaban que se morian del coraje. El único deber de su inútil hijo era dar un heredero al trono y ni eso podía hacer.

— Como Felix no es fértil, entonces, ese cachorro será nuestro heredero. ¡Ya tenemos un heredero en el reino! —exclamó el rey.

— ¿No es muy pronto para decir que Felix es infértil? — cuestionó la madre del omega.

—Querida, Felix y mi hijo han pasado sus celos juntos durante tres años y aún no queda embarazado, es obvio — hablo la otra omega con una pequeña sonrisa.

La madre de Felix miraba con desprecio a su hijo.

La madre de Felix miraba con desprecio a su hijo

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El Omega del emperador Hwang ᴴᵞᵘⁿˡᶦˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora