Mentiras y Disculpas

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-Elsa

El tono de llamada de mi móvil se despertó, tenia un resacón impresionante, pero al ver que la que llamaba era nuria se lo cogí enseguida.

—Hola nuria, buenos días -digo tratando de esconder que tengo ganas de morirme.

—Buenos días Elsa, ¿Podrías llevar a los niños al entrenamiento de hoy? Tengo un compromiso y quieren ir, si estás libre, nos harías un favor.

—Sin problema, dame 20 minutos.

—Muchas gracias, nos vemos.

Cuelgo y voy rápidamente a mojarme la cara para despertarme, no quiero dar mala impresión.

No saludo a nerea, sigo enfadada con ella. Se supone que es mi mejor amiga pero no se molesta ni en saber como estoy.

Desayuno lo más rápido que puedo y pido un uber, no tarda mucho en llegar, y en unos minutos ya estoy en casa de los pequeños.

Pico al timbre y me abre Dan, el que salta a mis brazos abrazándome, yo le correspondo y juego con su pelo.

—Como estás campeón? -digo mientras pasamos al salón de la casa.

—Bien, ¿Nos llevarás al entrenamiento? -dice entusiasmado.

—Solo si al volver me prometes que haremos más galletas -digo y él sonríe

—¡Claro!

Pasamos al salón y nuria se despide de Dan y Asia.

—En media hora es el entrenamiento, te vendrán a buscar los chicos.

Los chicos?

Si son los que yo creo, no se si los quiero ver ahora sinceramente.

Hasta la hora, estuvimos dibujando y pintando algunas siluetas que les había impreso.

Oigo el timbre, y recojo todo, los pequeños están listos. Pillo la chaqueta y abro la puerta, y me encuentro al canario, bastante serio.

Yo intento ignorarlo y al intentar ir al coche, oigo su voz.

—¿Podemos hablar? -dice casi murmurando

—Más tarde, pedri

El asiente.

Ahora mismo no me apetece hablar, y menos con el.

Entro en la parte de atras, en la cual va Ansu. Eso me tranquiliza, le saludo y empezamos a hablar.

De copiloto está gavi, me dedica algunas miradas pero no me dirige ni una sola palabra, igual que el canario.

Los pequeños se sientan atrás con nosotros, y ellos no parar de preguntar a Ansu por los entrenamientos.

Llegamos al Joan Gamper, ayude a los pequeños a bajar, y me despedí de los chicos ya que ellos tenían que ir a los entrenamientos.

Llevé a Dan y Asía a que vieran a su padre, el cual estaba en su oficina. Seria genial que supiera dónde está, pero como nunca he estado aquí, me temo que tengo que preguntar a alguien.

Ando por los pasillos sin rumbo tratando de averiguar dónde estaba la puñetera oficina de Xavi.

—A quien buscas, morena?

Oigo una voz detrás de mi, y por su acento lo reconozco.

—¿Morena?

—¿Algún problema? -dice en tono retante

—Gavi, ahora no. ¿Sabes dónde está la oficina de Xavi?

—Todo recto, gira a la derecha y al final del pasillo está una puerta negra, ahí está. -dice el sevillano mientras hace señas con las manos.

Antes De Perderte ( pablo gavi )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora