Capítulo XII

1.7K 216 33
                                    

Desde el día del entrenamiento no he vuelto ver a Kakashi ni a Rin, ya habían pasado dos semanas. Entrenaba con Minato-sensei temprano, y en la tarde también desaparecía, ahora que lo pensaba, la mayoría de los omegas desaparecieron como por arte de magia.

Estaba caminando por la aldea pateando una piedra, no tenía nada que hacer, iba a comprar dangos y pasar el resto del día entrenando, Fugaku es realmente un maestro muy estricto a comparación de Minato-sensei. 

Me detuve abruptamente al ver a la mamá de Rin comprando unos tomates con total concentración, me acerque y cuando estuvo detrás de la mujer toque suavemente su hombro.

—Señora Yue.

—Obito-kun, ¿cómo estás?—Saludo alegremente la mujer castaña, tenía cierto parecido a Rin.

—Muy bien Yue-san—Le sonreí de manera un poco forzada, quería saber ya donde estaba Rin.

—Me alegra—Sonrió amablemente—Adivinaré, ¿quieres saber donde está Rin?

—¿Cómo lo supo?—¿Acaso era adivina?

—Te conozco muy bien Obito—Poso su mano sobre mi hombro—Ella comenzó su entrenamiento especial, es un mes intensivo, será examinada de manera individual y será clasificada según sus habilidades, después todo volverá a la normalidad y solo tendrá que entrenar dos horas al día—Explico con tranquilidad, lo cual me sorprendió, si yo tuviera una hija tan grandiosa como Rin estaría totalmente preocupado.

—¿Y no está preocupada, Yue-san?—Mire el suelo algo apenado por la pregunta.

—Mi hija es fuerte, así como su padre, no hay nada por el cual deba preocuparme—Explico entre pequeñas risas. Baje la cabeza, cierto, Rin era fuerte, nada malo va a pasarle, ¿verdad?

Escuche unos pasos detrás de mí, una risa fuerte y ronca se escuchó asustándome.

—Y tan inteligente como su madre—Un hombre castaño de ojos cafés y marcas moradas en su rostro, se acercó a la señora Yue y beso su rostro—Cariño, ya es hora de irnos.

—Si cariño—Vi como el hombre se acercó al vendedor y pago las compras, ese hombre se veia muy intimidante—Si te sirve de algo Obito, mi hija y los demás omegas ninjas están en un campamento—Sonreí por la información—Cerca del bosque de la muerte—Mi sonrisa desapareció—Bueno adiós Obito.

Vi como el hombre cargo las bolsas y Yue-san se tomaba del brazo de él. 

¡¿Rin y Kakashi están cerca de ese lugar?!

Había escuchado muchas cosas de ese lugar y ninguna era buena.

Corrí lo más rápido que mis piernas me permitían y me dirigí al famoso bosque da la muerte. Al llegar no vi a nada ni a nadie.

—¿Dónde podrán estar?—Bufe.

Dure una hora caminando a sus alrededores, una maldita hora y aún no los encontraba y no había ningún campamento. Cuando ya estaba por rendirme escuche unas voces a lo lejos, con cuidado me acerque y me escondí entre unos arbustos, lo que observe me dejo perplejo, eran personas de la aldea pero vestidos algo... ¿Raro?

Estaban vestidos como la ropa de Guy solo que totalmente negro con una banda ninja en sus cinturas, todos tenían su cabello más arriba de los hombros y lo que más me sorprendió y horrorizo es que estaban sosteniéndose con las manos en un tronco y las piernas abiertas de par en par, no temblaban ni titubeaban, casi ni pestañeaban.

—Faltan diez minutos y podrán descansar cinco minutos, luego retomaremos de nuevo por veinte minutos—Vi que aviso un anciano de aspecto muy extraño y sospechoso.

Me quedé observando y con el tiempo poco a poco los ninjas iban cayendo precipitosamente al suelo, pero aún no lograba ver ni a Rin ni a Kakashi. Ya habían pasado seis minutos y aún no los encontraba, solo seguían siete personas por lo que alcanzaba a ver, vi como otros dos cayeron y detrás de ellos finalmente los logre ver, Rin estaba vestida con aquel traje extraño y su cabello se veia más corto de lo usual, tenía una expresión muy seria que nunca había visto, y también lo vi a él, su cabello estaba más largo, pero no llegaba a sus hombros. Los dos tenían esa expresión, al igual que la mayoría, como si fuesen rocas.

Faltan tres minutos y ya han caído otros dos, solo quedaban Kurenai, Rin y Kakashi. Estos se veían fijamente, no expresaban nada, ni desafío, enojo, sufrimiento, nada. Faltaba un minuto y medio y ninguno cedía, pero el rostro de Kurenai estaba casi tan rojo como sus ojos, solo unos segundos después esta cayó también. Solo quedaba Rin y Kakashi, odiaba no haber traído comida porque esto era entretenido, los dos seguían fríos como hielos sin moverse, estaba seguro de que faltaban solo segundos para que acabara, ¡Rin y Kakashi quedarían empatados!

Pronto unas aves pasaron cerca y uno de ellos parecía estar ronco, ya que hacía sonidos extraños, vi como por el rostro de Rin paso una fugaz sonrisa, lo que pareció distraerla, porque comenzó a tambalearse, se sujetó más fuerte del tronco, pero era tarde, cayó al suelo y justo en ese momento sonó un silbato.

Kakashi se soltó y cayó al suelo sin lograr poder caer de pie, lo que también me sorprendió, Kakashi la persona más habilidosa que conocía, había incluso caído, el entrenamiento debía ser duro para que incluso él cediera.

—¡Levántense!—Grito aquel anciano.

—¡Sí, lord Danzo!—Y como si nada hubiese pasado, todos se levantaron casi al mismo tiempo y totalmente rectos.

—Como dije, tienen solo cinco minutos para descansar, después seguiremos con puntería y podrán irse a descansar—Aviso.

Comenzó a alejarse hasta desaparecer entre unos árboles, todos cayeron al suelo agotados, Rin también recuperando el aire, pronto Kakashi se acercó y comenzó a hacerle un masaje en los hombros, eso en cierto punto me hirvió la sangre, lo aceptaba, pero me tranquilicé al ver que Rin solo le sonrió, no hubo sonrojo ni nada por el estilo.

Compartieron un par de palabras, después se levantaron y desaparecieron entre unos árboles, sigilosamente me dirigí en esa dirección. Camine un par de metros hasta que los vio sentados en unas rocas, corrió hacia ellos, e inevitablemente los abrazo.

—¡Rin, Kakashi!—Los mantuvo con fuerza entre sus brazos mientras sentía como le devolvieron el abrazo algo conmocionados.

—¿Qué haces aquí Obito?—Pregunto Rin.

—Me encontré con tu mamá y me dijo que estarías aquí con Kakashi—La observo con total ilusión, la extrañaba tanto.

—Debes irte de aquí Obito—Intervino Kakashi—Si lord Danzo te ve, te mata a ti, a Rin y a mí, y nuestra carne será comida para los demás—Lo que dijo me dejo un poco asqueado y traumado.

—No seas exagerado Kakashi—Dije con un puchero.

—Kakashi dice la verdad Obito—Tembló ante las palabras de Rin—Será mejor que te vayas.

—Pero los extraño mucho—Oh, no, iba a comenzar a llorar, otra vez.

—Deja de ser un llorón, Bobito.

—Nosotros también te extrañamos Obito—Sintió la mano de Rin sobre su hombro.

—¿Yo extrañarlo a él?—Escuche que hablo Kakashi, pero Rin y yo hicimos como si no hubiese dicho nada.

—Solo un poco más y ya estaremos juntos—Se abrazaron, obligando a Kakashi a unirse al abrazo, quien solo se dejó hacer.

A lo lejos se escuchó el silbato y la voz de aquel anciano.

—Adiós Obito—Rin me volvió a abrazar.

—Adiós Rin—Sonreí—Adiós Bakakashi—Iba a abrazarlo, pero él puso una mano sobre su cara.

—De lejos, adiós—Solo se rio y vi como los dos volvían al campo de entrenamiento. Cuando iba a regresar a la aldea, sintió una pequeña roca golpear su cabeza.

—¡Auch!—Sobe mi cabeza.

—¡Eso es por llamarme Bakakashi, Bobito!—Escucho a lo lejos, sonrió y simplemente suspiro.

Solo un poco más y estarían juntos.

Solo un poco más.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 01, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

I'm Not a Weak Omega!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora