Perdidos Entre Lo Sobrenatural

Capitulo 15 - Preparaciones para el futuro parte 4

No soy dueño de Fate, DxD ni mucho menos Metal Gear, créditos a sus respectivos creadores.
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Los cuerpos se encontraban a su alrededor, ahora mismo sus brazos estaban llenos de heridas, sus lentes hace rato que desaparecieron dejando un pedazo de cristal clavado en una zona muy peligrosa de sus cachetes mientras que ella misma se centraba en mantener la cordura. Ayaka no esperaba pasar por esto cuando acepto. Simplemente le dijeron que la ayudarían a estar más segura mientras la entrenaban, ahora estaba diariamente en este llamado entrenamiento mental donde se buscaba solucionar su problema de autoestima como le suele llamar Himeno... o como a ella le gusta decirle: La loca de las ilusiones que solo sabe decir tonterías... hasta para ella misma es sorprendente que ahora pueda hablar así sobre alguien a quien se supone debe respetar.

Lentamente abrió los ojos notando que esta vez no termino soñado eso por ser una ilusión, al parecer termino soñándolo por mero reflejo luego de quedarse dormida en la sala. Ahora mismo un libro sobre tipos de plantas venenosas servía de almohada para la castaña que pareció moverse con mucho cuidado hasta ver a los demás miembros de ese hogar. El pelirrojo ahora mismo se encontraba en la cocina, la rubia estaba leyendo un libro también con mucho interés, uno que al parecer es de medicina o algo parecido, por último, la albina que ahora mismo se encontraba viendo la televisión sin preocuparse de mucho.

Han sido dos días duros desde que comenzaron a entrenar en ese lugar. Todos tomaron las cosas de diferente manera, siendo la rubia quien más problemas tuvo pero que mejor se adaptó de alguna manera. Ayaka por otro lado solamente se centró en algunas cosas básicas las cuales fueron principalmente el rehacer su taller. Al final podrían decir que ese día fue simple ya que en cierta forma volvió a la rutina, solamente que ahora tenia una diferencia en comparación a antes... ahora tenía mucha hambre.

Posiblemente era por la exigencia física, pues desde temprano la obligaron a levantarse, de hecho, obligaron a ambas a hacerlo para correr un poco en la mañana, luego ejercicios básicos, algunos entrenamientos de combate, residencia o fuerza. Todo basado en un plan el cual tenia entendido fue escrito por el anciano y el pelirrojo quienes se tomaron el tiempo de hacer todo eso para ayudar a un desarrollo óptimo de ambas. Estaría bien si solo fuera eso, pero la cosa no acaba ahí, también les tocaba a ambas leer mucho, no solo sobre temas relacionados a su trabajo como ambas lo estaban haciendo en ese momento, temas relacionados a sus estudios básicos, idiomas y demás.

Ahora mismo el agotamiento que sentía la chica de lentes era algo que no esperaba sentir, demonios, aun cuando una vez estuvo a punto de morir por gastar más sangre de la requerida en uno de sus rituales se cansó menos. Le dolía cada rincón de su cuerpo, aun cuando la rubia se tomó la molestia de curarla en más de una ocasión no cambia el hecho de que estaba esforzándose demasiado, literalmente no ha pasado una semana desde que llego a ese lugar... aunque a la vez no parecía molestarle tanto como pensó, por alguna razón le pareció normal una vez termino el día, como si se hubiera adaptado o aceptado todo al final del primer día.

Quizás no fue tan mala idea quedarse en ese lugar, al final es agradable el tener a gente con la que hablar o contar en lugar de una casa solitaria...

Un día antes.

"No es un lugar muy grande, pero creo que te servirá. En comparación al lugar que tenías antes seguro palidece, pero nos aseguramos de recuperar todo lo que tenías." Hablo Himeno con una sonrisa en rostro mientras mentalmente se sentía orgullosa de su trabajo, sobre todo por ese poste de Chayanne que puso en medio del taller de la castaña. La niña necesitaba aprender la buena música al final de cuentas para dejar de ser tan fría.