11. Mandíbulas

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Vanessa corría de lado a lado preocupada, con miedo de bajar al vestíbulo y caminar en círculos en las escaleras. Sintiéndoseas tranquila cuando McPato entró a la casa de una patada con las manos ocupadas de riquezas, diciendo un dicho incomprensible.

Se acercó para ayudar a guardar las cosas.

Donald apareció también ayudando a Hugo y Paco a cargar una enorme moneda que se les cayó. Luis paso con una corona en la cabeza.

Luis: Descuida, tío rico. Cargaremos esto para que no te lastime la espalda — se apoyó en la moneda

Rico: Buen intento, chico, pero conoces la rutina... Todo el dinero va a la bóveda — respondió con una sonrisa despreocupada

Luis: Y lejos de nosotros ... — se acercó sin interés dejando su corona y varias otras joyas que tenía guardadas en su bolsillo en el suelo a los pies del viejo

Vanessa: Ooh... ¿Fue exitoso...? — río nerviosa al notar una cuchilla que Luis sacó de su ropa. Con cuidado levantó esos objetos para llevarlos.

Rico: Oh, totalmente... ¡Beakley! — la llamada entró a la habitación con un vagón de dinero no muy grande y una aspiradora

McPato y Vanessa se acercaron al vagón para dejar ahí los tesoros que recogieron. Beakley se acercó a los chicos que seguian luchando y con un brazo levantó la moneda haciéndolos caer al suelo, luego la puso en el vagón sobre las demás cosas.

Beakley: Llamaron del Consejo de administración — se dirigió a Rico — dicen que sus recientes aventuras le han costado mucho a la ciudad de Patolandia...

Rico: Y yo siempre las pago — respondió con molestia — Las aventuras conducen a los tesoros, los tesoros ayudan a la compañía, la compañía ayuda a la ciudad a revaluar intereses a largo plazo

Beakley: Si, lo entiendo perfectamente. El Consejo arreglo una entrevista con Roxanne Plumorosa para mejorar su reputación — Hizo comillas con sus dedos

Vanessa: ¿Roxanne Plumorosa? — inclinó la cabeza

Rico: No necesito mejorar mi reputación ¡Estan exagerando!

McQuack: ¡Buenas noticias, Señor McPato! — apareció mirando desde la puerta aún abierta, con una enorme liana enfrente — ¡El tallo del frijol no derribó al orfanato! — antes de intentar cortarlo con una motosierra

Vanessa trago algo de saliva recordando que Oliver le comento respecto a como el incendio "no llegó demasiado lejos". Negó con la cabeza y dejó de preocuparse por eso, se supone que ya no tenía motivos. Aparentemente, ningún niño se quemó y todos fueron reubicados.

Llego a su habitación cerrando la puerta detrás de ella y reclinandose sobre esta suspirando a la par.

Aigrette: ¡Oye! — apareció de forma sorpresiva, teniendo en cuenta que podía hacer eso aún sin necesidad de ser invocado

Vanessa: Ugh... ¿Que? — se rascó la cabeza cerrando los ojos con aturdimiento

Aigrette: ¿Cómo que "que"? — la sombra proyectada puso sus manos en su cadera, con una expresión claramente molesta

Vanessa levantó la vista para verlo con cansancio. Últimamente, Aigrette había sido bastante estricto con eso de aprender francés, y como es evidente a Vanessa no le importaba demasiado que digamos.

De hecho, Aigrette paso al rededor de una hora contándole sobre la primera vez que sus antepasados pusieron un pie en las Américas durante la revolución francesa o algo así, no presto atención.

Ante la mirada irritante que no cesó ni un segundo, la niña volvió a dar un suspiro.

Vanessa: ¡No quiero! — suplico de mala gana

Orphanage (Ducktales x OCs) - Español. (**PAUSADA**)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora