Beearer

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En el primer día de clases de Jungkook de secundaria este iba realmente emocionado por qué era la primera vez que asistiría a una escuela mixta dónde también conviviera con depredadores, algo que actualmente era muy normal pero que apenas sus padres tuvieron la confianza de dejarlo asistir a una de esas escuelas.

El pequeño Jungkook de 16 años iba más que feliz acompañado de su gran amigo Jimin un chico bastante animado, el único amigo que tenía que no era como tal una presa, pues el ser él conejo y Jimin un cachorro, prácticamente lo hacía su depredador, pero eso realmente no importa pues Jimin siempre lo ha tratado de una manera muy amorosa y tierna.

Pues este lo veía como un hermano menor al se mayor que Jungkook apenas por un año más.

Ambos se encontraban muy felices, comenzaron a ver a lo lejos como otros niños al igual que ellos iban a pareciendo pues iban a la misma escuela, veían a gatos, cachorros igual que Jimin, vieron lobos, tigres, venados, osos.

Todos muy imponentes pues quizás algunos eran de años más grandes que él.

Iban caminando tranquilamente, disfrutando del hermoso camino que recorrían hasta llegar a la escuela, era un largo camino que alrededor tenía un par de árboles de cerezo que gracias al aire iba soltando un poco de pétalos de la flor de este árbol, una hermosa vista.

—Jungkookie estoy tan cansado de caminar —lloriqueo Jimin.

—No seas exagerado Jimin, apenas llevamos unos minutos caminando dudo que estés cansado —dijo Jungkook ya frustrado pues no era la primera vez que Jimin se quejaba en el camino.

—Es que ya me duelen los pies —dijo Jimin haciendole un puchero.

—No empieces, ya vamos a llegar, mientras alimenta tu curiosidad viendo a los alumnos que serán nuestros compañeros, anda —dijo Jungkook.

Y no tuvo que decirle dos veces pues este lo dejo un poco atrás para poder curiosear un poco.

Caminando iba analizando cada uno de sus compañeros sutilmente, hasta que sus ojos cayeron en unas hermosas orejitas negras peludas, pero que se veían tan suaves, tan sedosas y brillantes que daría lo que fuera por poder tocarlas aunque sea una vez.

Bajo su vista y pudo apreciar esa hermosa piel blanca que acompañaba esas bonitas orejas que las hacían lucir más, pero no le podía ver la cara pues esté llevaba un cubrebocas, pero aún así no se limitó cuando bajo y vio la hermosa cola que tenía.

Se veía igual de sedosa y bonita que sus orejitas, esto lo puso a pensar que quizás el no cuidaba mucho el pelo de su cola y de sus orejitas, pues las de el no se veían así.
Volteo a ver su colita color miel al igual que sus orejas y cabellos, viéndola en no tan buen estado como la del chico gato de enfrente.

«Que envidia» pensó.

Tan inmerso venía en sus pensamientos que no se dió cuenta cuando chocó accidentalmente con una señal de tránsito, haciéndolo caer de trasero al piso, haciéndolo soltar un pequeño chillido, que llamo la atención de Jungkook y del chico al que venía viendo.

Quedándose anonadado al ver sus ojos, esos hermoso ojos color azul grisáceo con un negro sutil alrededor de este.

—Jimin hyung ¿estás bien? —Preguntó Jungkook al ver la gran marca roja en la frente del mayor.

—Sí, estoy bien no te preocupes Jungkookie, amm me voy a adelantar ¿sí? Es que recordé que en mi salón me pidieron llegar hoy temprano —dijo levantándose para salir corriendo a la escuela.