PARTE 1: SUPONGO

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ADVERTENCIAS:

Esto es un fanfic creado solamente por diversión, las representaciones de los personajes no pretenden apegarse al 100% a sus encarnaciones originales, esto debe entenderse como una interpretación libre que no pretende imponerse sobre el cannon o bien, sobre otras interpretaciones que otros espectadores puedan tener de los personajes.

Este fanfic está enfocado a un público mayor de edad.

Este fanfic está escrito de una manera particular no porque el autor pretenda estar al nivel del trabajo original ni mucho menos, simplemente el autor es malo para escribir y este formato le ha facilitado la escritura además de que la naturaleza del material de origen lo permite sin que se sienta disonante.

Este fanfic no pretende banalizar el mensaje y los temas de la obra original ni faltarle al respeto a la misma ni a su autor o a las personas reales que le inspiraron.

En este fanfic se toman los personajes ficticios creados por el artista Zero Calcare (Michelle Rench) pero no se busca hacer referencia a las personas reales en las que se basan estos personajes, haciendo una distinción entre la persona real y su contraparte ficticia. Es decir, no, no estoy shipeando a Michelle con el amigo que le haya inspirado para crear a Secco ni pretendo en ningún momento faltarle al respeto a nadie.

SUPONGO

Zero sabía que su amigo Secco era una persona fría pero no necesariamente pasiva, no pensaba en lanzar petardos si algo le molestaba, la cosa es que era muy raro que algo le molestara. No había advertencias ni enojos, a lo mucho el ceño fruncido y un par de groserías pero realmente no podías saber en qué momento su indiferencia se volvía molestia y en el fondo, era alguien muy paciente que escuchaba a sus amigos por horas quejarse de problemas que para él eran un tanto absurdos; saber qué pensaba al respecto era un misterio, pareciera que fuera alguien muy lógico que no entendía porqué la gente a su alrededor se complicaba tanto la vida con cosas sin sentido, en especial su mejor amigo Zero, pero aún así sabía lo importante que era para ellos tener un hombro para llorar y él estaba más que dispuesto a ser ese hombro; no comentaba gran cosa y rara vez daba consejos pues sabía que no entendía realmente la posición de sus amigos y no podría dar respuestas infalibles pero aun así era el mejor confidente.

Toda esta introducción es solo para dejar claro por qué Zero se sintió tan acojonado cuando este pedazo de hielo sin aparentes preocupaciones en la vida se levantó del sillón para arrinconarle contra la mesa con una mirada que parecía atravesarle el alma como una espada...

- ¿Crees que soy un perdedor?

También es cierto que Zero nunca había tenido la necesidad de empujar a Secco hasta su límite, si bien ambos sabían que no estaban del todo de acuerdo con el estilo de vida del otro, a pesar de las críticas, parecía que habían llegado a un punto de respeto y silencio mutuo tipo "si te hace feliz, haz lo que quieras..."

Pudo haber sido porque el haber fracasado con su última relación lo tenía más irritante de lo normal, tal vez era algo que se había estado guardando por años, tal vez no se dió cuenta de que estaba hablando en voz alta y no en sus pensamientos, pero cuando dijo "¿qué puedo esperar de un perdedor que no ha tenido nada que proteger en su vida?" se pudo escuchar un cristal rompiéndose pero no se podía saber si era la mente de Zero avisándole que la había cagado o la paciencia de Secco que se había terminado. Tras horas de quejas y quejas, Secco se limitaba a decirle que estaba exagerando, que se relajara y que no era para tanto, cosa que enojó a su amigo al grado de hablar sin pensar y arremeter contra él. Zero no consideraba a Secco un perdedor, sabía que no la había tenido fácil y además, las experiencias de hace dos años relacionadas a aquel viaje le habían cambiado la perspectiva y sabía que no tenía porqué criticarle, pero de nuevo, el enojo y la frustración lo llevo por el camino del mal. Calcare estaba frío, por un momento hasta el tiempo parecía congelarse mientras el arrepentimiento invadía su alma como la un jedí que por un momento cedió al lado oscuro y justo cuando decidió voltear para ofrecer una disculpa, Secco se levantó y caminó hacia a él hasta que su espalda pegó contra la mesa y así volvemos a la situación del inicio. Tanto desmadre para llegar al mismo punto.

TORNERAI DA ME (Volverás a mi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora