PARTE 5: HABLAR

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-¿Qué haces aquí?

-¿Cómo que qué? Te vine a buscar... ¿me vas a invitar a pasar o vamos a estar aquí mojándonos en la lluvia a lo pendejo como película de adolescentes?

Secco gruñó y lo dejó pasar. Su departamento era más pequeño y desordenado que el de Zero, por eso casi no estaban allá, además de que al tener carro a Zero se le facilitaba más acercarse a él, pero en fin... hubiera sido absurdo volver a su casa después de haber estado esperando a su amigo por tanto tiempo.

-Casi inmediatamente después de que te fuiste sentí... no se, como un hueco en el estomago, como si me hubieran golpeado... bueno lo hiciste pero no literalmente ¿me explico?

-Bueno, viniste aquí para echarme la charla ¿o qué?

-Carajo, dices querer algo conmigo pero no puedes escucharme hablar de lo que siento...

-No te atrevas a decir eso Calcare, yo escucho tu mierda todos los días, eres tú quien se hace para atrás a la hora de tocar los temas culeros, siempre evades así como me evadiste a mi en la tarde, así que como comprenderás, hoy no tengo la paciencia para que me des mil vueltas y me dejes igual, en la nada.

-Me soltaste la información como una bomba... no debería de sorprenderme de ti, pero lo hizo.

-He... buen chiste...

-¿Y qué quieres que haga?

-Que tomes una decisión, ya te lo dije, solo estamos dando vueltas sobre lo mismo. Es bien fácil: ¿sientes algo por mí o no?

Zero sintió un escalofrío subir por su espalda, antes de salir de su departamento ya había hablado con el armadillo... no tenía caso seguir negándolo y tampoco es que fuera la primera vez que pensaba o sentía cosas así por un hombre, ni siquiera la primera vez que había sentido algo así por Secco.

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-Me parece que fue en la secundaria

-¿Ya vas a empezar, armadillo de mierda?

-Oye, no me eches la bronca a mi, eres tú quien me mandó a limpiar el baúl de los recuerdos.

-Sólo quiero respuestas.

-¿Respuestas a qué, Calcare? Fue la secundaria, recuerda, esa noche después de la pelea entre Secco y Jabalí, la primera vez que te tocó a ti curarle las heridas.

-Si, claro que recuerdo ese día, normalmente Sara se encargaba de eso pero ese día ella se había ido a casa temprano y de todas formas no creo que hubiera tenido mucha compasión de Secco al pelearse con alguien del mismo grupo.

-¿Recuerdas porqué peleaban?

-Si, ambos querían invitar a salir a la chica que trabajaba en la tienda, la hija de Don Manolo y se creyeron tan machos que su solución fue darse de hostias.

-Nadie pensó que Jabalí ganaría.

-Yo sigo pensando que fue un accidente, Jabalí nunca fue bueno para pelear y mucho menos mejor que Secco pero cuando te empujan contra una banca de parque y lo único que amortigua la caída es tu nariz, no creo que haya mucho que hacer.

-¿Y qué pasó después?

-Pues que Jabalí salió corriendo y yo me quede para limpiarle la sangre a Secco...

-¿Y qué sentiste?

-Estaba cabreado y confundido, no me gustaba ver a mis amigos pelearse pero entendía que era cosa de adolescentes con hormonas descontroladas o lo que sea... de nuevo, no creo que hayan buscado hacerse daño real y a los dos días ya estaban hablando como si nada; claro que el que la hija de Don Manolo mandara a Jabalí a freír espárragos ayudó mucho. 

TORNERAI DA ME (Volverás a mi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora