Zero había confirmado, se vería en un par de días con su amigo y mientras tanto Secco parecía estar experimentando algo nuevo y era el monologo interno; una voz dentro de su cabeza que se hacía tan fuerte que tenía que hablar de ello con alguien más así que sin pensarlo mucho le mando un mensaje a Sara preguntándole si podía ir a su casa y como ella no se negó explícitamente él se levantó y emprendió camino.
Sara había tenido otra semana pesada y se encontraba haciendo la limpieza cuando fue interrumpida por el sonido del timbre y aunque le llamo la atención, abrió la puerta para encontrar a Secco y ahí es cuando entendió que debió haberle especificado que "luego hablamos" no significaba "luego de que bajes el teléfono" pero en fin.
-Secco, espero que tengas una buena razón para estar aquí parado.
-Tengo un problema y quiero tu consejo.
-Eso si que es nuevo viniendo de ti, por tu semblanza no creo que sea algo grave pero aún así no entiendo porqué no pudiste mandar un mensaje o algo...
-Quiero follarme a Zero
Sara se queda de piedra y rápidamente toma la mano de Secco para meterlo a su casa, lo avienta al sillón y con la escoba en mano se prepara para escuchar el drama.
-Puedes quedarte, pero no ensucies nada, habla mientras termino esto, ¿desde cuándo? ¿ya se lo has dicho?
-No sé y no, directamente no se lo he dicho, por eso estoy aquí
-Espera ¿Me estás preguntando si debes declararte o no?
-Pues... más o menos
-Han sido mejores amigos por 20 años, me parece lógico pero ¿por qué la inquietud ahora?
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Zero se arregló para salir, lleno de nervios y de incertidumbre, no entendía porqué se sentía así o mejor dicho no lo quería admitir ya que había tenido casi un mes para procesar lo ocurrido y eso no impidió que lo pensara dos veces antes de salir por la puerta para encontrarse con Secco en la banca del parque; volteó a ver al armadillo esperando un regaño, un consejo, lo que fuera...pero estaba callado.
-Te veo en la noche Calcare, sigue huyendo y veamos a dónde nos lleva...
-No estoy huyendo, estoy haciendo lo contrario.
-Aja... claro.
Secco también se dió un baño y salió. Por primera vez en su vida sintió algo de nerviosismo, algo de incertidumbre dentro de él pero realmente no era muy preocupante, tomó aire a mitad del camino y con la mentalidad de "chingue su madre, que sea lo que tenga que ser" subió al autobús para encontrarse con su amigo, su mente en blanco sólo concentrado en la música de su celular con uno que otro pensamiento fugaz, pensamientos ligeramente acompañados de molestia ya que, aun si él no lo fuera a admitir y aun si entendía perfectamente porqué estaba pasando todo eso, en el fondo si le molestaba que Zero lo hubiera estado ignorando durante tanto tiempo. "Maldito pringado" pensaba mientras caminaba hacia la banca donde Zero le esperaba.
El saludo fue tan común como siempre, poco contacto físico, preguntas tópicas y una pequeña charla sobre cómo les había ido en los últimos días para luego ir por el helado de Secco. Zero decidió no comer y esperar afuera de la heladería, de por si ya tenía un nudo en la garganta como si hubiera algo de lo que tenían que hablar pero que se estaba evadiendo, pero claro, eso estaba solo en su cabeza y a saber si Secco tenia algo que decir era imposible; de momento se veía muy tranquilo y despreocupado tragando helado.
De repente, Zero escucha una voz familiar que le habla a lo lejos...
-¿Qué estás viendo, Calcare?- era el armadillo refiriéndose a que su mirada había pasado más tiempo de lo normal mirando la boca de Secco.
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TORNERAI DA ME (Volverás a mi)
RomansaFanfic Romántico Zero X Secco Friends to lovers Chiedo scusa per i miei peccati