Capítulo 20: Embarazado.

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Suspiré.

Otra vez me encontraba en la misma y deplorable situación de hace dos semanas. Contemplando el cielo azul y claro desde la ventana de mi habitación en Natura Domi, sin haber visto a Bible desde hace varios días.

Al parecer, y según con lo que Apo me repetía una y otra vez, estaba enfrascado en una ardua investigación, tratando de averiguar como fue exactamente que había sucedido esto. Pero yo sabía la verdad, él no quería verme.

-Le hará bien. Prometo que he mejorado bastante en la cocina. Incluso los guardianes del Tiempo han venido a darme un par de consejos y lecciones- me sonrió, ofreciéndome un plato de fruta, al que ni siquiera miré.

-No tengo ganas de eso ahora- negué.

-¡Oh! Pero también le traje emparedados, un plato con panqueques, waffles. Si desea algo en particular, pídalo y yo lo prepararé enseguida- cuando lo miré noté lo ansioso que estaba porque yo comiera algo.

-Vale... ¿Puedes hacer macarrones con mucho queso? Tengo un antojo que...

-¡Enseguida!- asintió efusivamente, sin si quiera dejarme terminar. Corrió fuera de la habitación para hacer realidad mi pedido.

Solté una risita, y un poco más animado, opté por ir a dar una vuelta.

Las pequeñas estaban ocupadas haciendo sus deberes en el mundo humano, por lo que no podía verlas ahora mismo.

Di varias vueltas por el amplio bosque y me detuve cerca del lago, mojándome suavemente los dedos.

En un momento dado, resbalé un poco y me empapé los pies.

-Rayos...- susurré. Como pude, sacudí mis converse y después comencé a regresar a la cabaña.

El corazón se revolvió agitado en mi pecho cuando lo divisé a la distancia, saliendo de ésta.

-¡BIBLE!- grité emocionado y comencé a correr hacia él. Elevó la mirada que estaba fija en el suelo y dio un salto en su lugar, sorprendido.

Me lancé a sus brazos y deposité un beso suave en su mejilla, acariciando sus cabellos.

-Mi amor... ¡Hace días que no te veo!- dije, aliviado de tenerlo al fin frente a mí.

-Estuve...ocupado- me abrazó débilmente -Estás...¿mojado?- miró mis pies y yo me sonrojé un poco.

-Me resbalé apenas un poco cerca del lago.

-Tampoco deberías correr así. Es peligroso...en tu estado- frunció el ceño y yo sonreí.

-Estoy embarazado, no con una enfermedad de muerte- puse los ojos en blanco. Su rostro se endureció.

-Aún no estamos seguros si no es algo parecido- murmuró, con los dientes apretados.

-¿Qué?- me separé.

-Nada, solo... Trata de mantenerte quieto un tiempo, mientras averiguo que está pasando con exactitud.

-Estoy esperando un hijo tuyo, ¿qué vas a averiguar?-me crucé de brazos, enfadado. No me gustaba como se estaba dirigiendo a la situación. Hablando del bebé como si fuera una cosa y no un ser vivo -¡No hay nada que pensar!

-No opino lo mismo- negó, luego me dio un beso frío en la frente –Me marcho ya, te veré en unos días.

-¡¿De nuevo te vas?!- dije, enojado.

-Tengo que investigar sobre esto.

-¡Hace casi dos semanas que no te veo! ¿Dónde te has metido? ¡¿Qué has estado haciendo?!

El Nuevo Preceptor ࿐  [ BibleBuild ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora