Hablaron varios cosas más ese día y se fueron después cada quien a sus hogares, al día siguiente hicieron sus deberes del día normal como siempre, Mal o Igna hacía sus obligaciones como siempre a pesar de tener ya 5 meses de embarazo, una de sus compañeras de trabajo, Perfina, se había vuelto una clase de amiga para ella, le había aconsejado hacer las pases con Maléfica y así poder dar a luz en Auradon, ella había escuchado una conversación de ella y Uma y por eso sabía sus intenciones de que su hijo naciera en Auradon, pero no más, le decía que debía ganarse la total confianza de Maléfica, algo que a nuestra chica no le agradaba mucho, no sabía como hablarle o acercarse si quiera, era algo difícil su relación con su madre desde un tiempo para acá, primero la convirtió en lagartija y se volvió buena y sino fuera porque están en la isla lo seguiría siendo y acá en la isla por primera vez en su vida la había desobedecido y enfrentado sin contar cuando lo hizo en Auradon, su madre no la quería ver ni en pintura y ella a Maléfica tampoco, por primera vez en su vida escuchar ese nombre le causaba escalofríos como a todos los demás, en vez de sentirse enormemente orgullosa, pero confiaba en su padre, él le dijo que tenía con que convencer a Maléfica para que nos dejará ir de visita al reino de las maravillas, ya se estaba haciendo de noche y había recogido todas sus pertenencias de su escritorio, se despidió de algunos y también de Gil y Harry, pues ellos se quedarían a esperar que Uma volviera con Carlos para hacer el trabajo, lo había buscado con el pretexto de que lo tendría prisionero para que revelará todos los secretos de Mal como su ubicación, Mal siguió su camino bastante cansada y decidió ir a la casa de Jay a visitarlo y descansar un rato allá mientras Evie llegaba para irse las dos juntas a su casa, aunque debía admitir que su relación con él había cambiado bastante, pero no podría decir si para bien o para mal...
Mal: hola Jay, que tal todo? (Sentándose en el sofá de la sala y tomando una bolsa de papas fritas de la mesa)
Jay: genial, nerviosa por lo de hoy?
Mal: la verdad no y tú
Jay: la palabra nervios no existe en mi diccionario Mal (con un ego de superioridad)
Mal: eso ya lo sé, olvidaba que hablaba con el rey de la Isla (se queja un poco del dolor incómodo que traía)
Jay: que te sucede? (Entrando a la sala, pues estaba en la cocina) Déjame adivinar, te duelen los pies otra vez?
Mal: estar embarazada no es fácil (asintió)
Jay: déjame ayudarte mientras llega Evie a buscarte (le quitó los zapatos y le empezó a masajear los pies) me avisó que Garfio está de Mal humor y piensa dejarlos hasta tarde, por eso te dijo que te vinieras para acá, no quiere que estés sola y bueno sabemos que los piratas y Carlos están ocupados
Mal: no tengo problemas en eso, Gracias Jay (dijo al sentirse mejor de los pies)
Jay: es normal que se te inflamen y duelan, así que no te preocupes (se sentó a su lado, se limpió las manos y le robó papas de su bolsa a Mal)
Mal: oye son mías (se hizo la ofendida)
Jay: tuyas? Claro que no, yo las compré y tú te las comes
Mal: no es cierto, tu me las regalaste
Ambos chicos estuvieron hablando muchas cosas durante un tiempo, pero el tema principal eran las papas que se habían robado mutuamente, cuando Jay le hizo una confesión a su amiga...
Jay: Mal necesito decirte algo (serio
Mal: cuéntame entonces
Jay: es algo que me pasaba antes de salir de la Isla y ahora que estamos aquí nuevamente me vuelve a pasar
Mal: no me digas, ya lo sé
Jay: enserio?
Mal: tú también me gustabas mucho, sentía varias cosas por ti a pesar de negarlo, en Auradon cuando empecé andar con Ben, me enamore perdidamente de él y entendí que tú y yo no estábamos destinados a estar juntos, tú amabas a Lonnie y ahora a Audrey y yo amó a Ben
