․·‧°⋆ও ── 陽光; ❝ Es difícil espeɾɑɾ ɑlgo que sɑbes que no ocuɾɾiɾɑ́, peɾo es mɑ́s difícil ɾenunciɑɾ cuɑndo es todo lo que quieɾes. ❞
─ sᴇɢᴜɴᴅᴀ ᴛᴇᴍᴘᴏʀᴀᴅᴀ ᴅᴇ "sᴜɴsʜɪɴᴇ".
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Siempre estuvo consciente de sus límites, sabía que después del incidente en el campamento de verano le sería mucho más difícil ver a Elaine pero no se imaginó nunca que ella se vería involucrada en todo el caos, provocando que descubriera su identidad como villano. Si de por sí estar afiliado a la liga le suponía un problema para encontrarse con la pelirroja, que su secreto fuera revelado lo dejaba con cero probabilidades.
Lo sabía, sabía que en algún momento ambos tendría que alejarse pero jamás pensó que le afectaría tanto, estuvo durante meses acompañando a la fémina en el cementerio, acostumbrándose a ella, a sus bromas, su voz, su olor, a su presencia; y que de un día para otro desapareciera causó estragos en él.
Suspiró.
Estaba psicológicamente agotado, aunque él siempre se mostrará de forma apática y desinteresada, como si todo le importara poco — o nada — no era así, miles de ideas y pensamientos cruzaban su mente por horas, todos en dirección a la venganza que planeaba contra su padre y sus posibles consecuencias. Además, a la liga tampoco le estaba yendo lo que se diría bien, después de la caída del "maestro" permanecían inactivos y a él nunca le convenció la alianza contra la mafia Yakuza, el jefe de ella le parecía un inútil que dependía de los demás para llevar a cabo sus ambiciones, alguien que fue capaz de traicionar a quien le tendió la mano por poder y que finalmente fue derrotado.
Observó la hora en su teléfono sin interés, no podía dejar de pensar en la pelirroja y le estaba comenzando a molestar. El Touya de catorce años estaba haciendo berrinches en su interior ya que quería ir a verla, y no lo negaría, el actual también quería verla.
Volvió a suspirar, se sentó en el escritorio y miró de reojo la caja marrón que tenía sobre él. Dentro de ella habían un montón de cartas para Sunshine, todas respuestas de alguna que ella le haya escrito o simplemente diciéndole como se sentía, era una forma de desahogarse.
