Verdad o bebida

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––Entonces, antes de que termine la entrevista, sus fanáticos y los espectadores querían que ustedes dos jugaran un juego para el programa––. El entrevistador habló. ––¿Les parece bien a ustedes dos?

––¡Por supuesto!––. Lisa dijo mientras pasaba su pulgar por tus nudillos.

––Está bien, entonces se llama verdad o bebida. Básicamente, si te niegas a responder una pregunta con la verdad, te tomas un trago. Tenemos algunas preguntas aquí que muchos entrevistadores aún no les han hecho, por lo que debería ser muy interesante––. Dijo el entrevistador con una sonrisa alegre.

Unos tragos para ti y algunos para Lisa fueron colocados en la mesa frente a ti.

––Está bien, ¡Primera pregunta! ¿Listas?

—Listas––. Lo confirmaste.

Pensaste que las preguntas no serían tan malas, pero para tu sorpresa, desde el principio, no fueron tan fáciles de responder con la verdad.

––¿Cuándo fue la última vez que hablaste con tu ex?

––Puedo responder sinceramente que no he hablado con ninguno de mis ex desde que terminaron nuestras relaciones––. Dijo Lisa. ––No quiero revivir el pasado. Rompimos por una razón y no tengo nada más que decirles después de que terminemos.

Pero ese no fue el caso para ti.

Y no querías confesarlo.

Entonces, vacilante, alcanzaste uno de los tragos en la mesa antes de tragarlo.

Y por el rabillo del ojo, podías ver que Lisa no estaba contenta con eso.

––¿Tienes ganas de explicar eso?––. Ella te preguntó.

––Fue hace unos meses. Intentó contactarme y dijo que quería hablar, pero le dije que estaba en una relación seria y que no quería saber nada de ella.

––Si fue tan fácil, ¿por qué no me lo dijiste?––. Lisa preguntó con una sensación de dolor en su voz.

La miraste y trataste de explicarle el porqué, que era simplemente que no pensaste nada al respecto y simplemente se te escapó de la cabeza porque, sinceramente, no era nada.

Pero antes de que tuvieras la oportunidad de hacerlo, el entrevistador volvió a hablar.

––¿Alguna vez has pensado en romper con la otra persona?

––No, nunca––. Tú dijiste. ––Amo demasiado a Lisa como para siquiera pensar en eso.

Sin embargo, Lisa no debe haber estado de acuerdo porque rápidamente bebió un trago de la mesa.

––Así que tuve que explicar mi razonamiento detrás de mí tomando un shot, así que ahora tú también lo haces––. Dijiste mientras cruzabas los brazos sobre tu pecho.

––Fue al comienzo de nuestra relación. Me preocupaba que mi vida pudiera ser demasiado para ti y que sería mejor si terminábamos las cosas. Pero estaba demasiado loca por ti desde el principio y me dolió demasiado como para hacer eso.

Dibujaste una pequeña sonrisa, encontrando un poco de alivio en su respuesta.

––¿Cuándo fue la última vez que sentiste celos?

––Cuando Lisa estaba muy cerca de uno de sus bailarines en el escenario––. Respondiste y Lisa se rió antes de asentir con la cabeza comprensivamente.

––Creo que la última vez que sentí celos fue cuando estábamos en el club con las chicas hace unas semanas y un sórdido estaba tratando de coquetear contigo. Oh, eso no estuvo bien para mí––. Ella dijo. ––Estaba extremadamente descontenta por eso. Era asqueroso.

––¿Qué tal una pregunta más? ¿Alguna vez han hablado sobre las cosas que hacen a puerta cerrada con las otras chicas? Cualquiera de ustedes.

Dado que tú y Lisa han compartido algunas noches románticas e íntimas juntas en el transcurso de su relación, fue una pregunta muy interesante para hacer.

Lisa tomó un trago y se lo tragó antes de dejar el vaso vacío sobre la mesa.

––No voy a explicar eso––. Murmuró y algunas risas de las personas a su alrededor fueron recibidas por haberlo hecho.

Pero para su sorpresa, también tomaste otro trago, lo que hizo que sus ojos marrones se abrieran de par en par.

––Oh, ¿tú también lo has hecho?––. Ella preguntó y vio que tus mejillas se calentaban en respuesta. ––Es muy bueno saberlo. Descubrí algunas cosas muy interesantes durante este juego.

La gente se rió una vez más, aunque en realidad no te reías por eso.

Cuando la entrevista llegó a su fin y las cámaras se cortaron, tú y Lisa se quedaron sentadas en sus sillas mientras la incomodidad las invadía a ambas.

––Bueno, eso fue interesante––. Dijiste mientras jugabas nerviosamente con tus dedos.

Después de un momento de silencio, se rompió y te miró con una mirada de preocupación.

––¿Estamos bien? Sé que respondimos algunas cosas que no nos hemos dicho.

––Sí, no esperaba esas preguntas. Pensé que serían más suaves y menos jugosas.

Ella se rió antes de que tomaras su mano entre las tuyas.

––Eran un poco brutales. No esperaba ninguna de ellas.

––Deberíamos jugar nuestro propio juego de esto en algún momento––. Sugeriste.

––Absolutamente no. Mientras estemos bien, hay cosas que preferiría no saber––. Dijo ella, haciéndote reír felizmente.

––No te preocupes. Estamos bien, Lili. Siempre estaremos bien.

Se inclinó y besó tus labios suavemente antes de que se e pusieran de pie juntas.

––Vamos a casa––. Ella dijo y envolvió su brazo alrededor de ti, llevándote detrás del escenario para agarrar sus cosas y que pudieran irse a casa juntas.

Lisa Imaginas - Libro dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora