Siempre te he amado

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––Shh, está bien––. Lisa te tranquilizó mientras frotaba tu espalda.

Estaba acurrucada en tu cama contigo y sosteniéndote en sus brazos mientras llorabas.

Todavía conmocionada por la ruptura con Jisoo que tuvo lugar hace un par de días, ha estado a tu lado siempre que la has necesitado.

––Sé que duele––. Dijo mientras continuaba tratando de consolarte. ––Estoy aquí para ti.

Estaba enojada con su mejor amiga por romperte el corazón, aunque la ruptura fue mutua porque las cosas simplemente no estaban funcionando.

Tú y Jisoo habían pasado ocho meses juntas y estaban llenos de amor y felicidad.

Pero simplemente no eran la una para la otra y eso era algo que tendrías que aprender a aceptar.

Pero eso no significaba que no doliera, porque dolía y Lisa odiaba verte con tanto dolor emocional y mental.

––Todo va a estar bien.

––¡No, no lo va a estar!––. Respondiste antes de sollozar y sentarte. ––No va a estar bien. Duele y sé que nunca voy a encontrar a alguien que se preocupe por mí como lo hizo Jisoo.

Lisa se movió en la cama antes de poner su mano en tu hombro.

––Lo harás. Hay alguien por ahí que lo hace.

––¿Sí? ¿Cómo quién?––. Sollozaste.

––Yo.

Giraste la cabeza y la miraste en estado de shock.

Esa no era la respuesta que esperabas.

Para nada.

––Lisa, si solo dices esto para hacerme sentir mejor, entonces detente porque no está bien.

––No, no lo hago––. Dijo mientras movía su mano de tu hombro a tu muslo. ––Lo digo en serio. Me preocupo por ti, T/n. Siempre te he amado como más que a una amiga.

––¿Por qué no dijiste nada?––.  Preguntaste y la viste encogerse de hombros antes de responder.

––Porque estabas con Jisoo y no quería estropear las cosas entre nosotras confesando mis sentimientos por ti. Pero eres a quien siempre he amado y con quien siempre he querido estar. Nunca he quería a nadie más.

––Pero has estado con otras personas. Hace solo unas unas semanas estabas con esa chica.

––¿Rachel? Sí, las cosas no funcionaron. Precisamente porque mis sentimientos por ti son demasiado fuertes y no podía soportar estar con otra persona. Todo lo que siempre he querido eres tú.

Tu corazón comenzó a sanar un poco, el quebrantamiento se desvaneció ligeramente mientras revoloteaba sobre las palabras de Lisa.

––¿Y si Jisoo y yo no hubiéramos terminado?

––Bueno, me habría pasado la vida admirándote desde lejos. Podría haberlo hecho si tuviera que hacerlo. Algo es mejor que nada.

La miraste a los ojos y viste una mirada de pura adoración cuando se encontraron con los tuyos.

Ella estaba hablando en serio.

––Bueno, si somos honestas, siempre he tenido sentimientos por ti también. Pero nunca dije nada porque también estabas con alguien más.

––Traté de encontrar a alguien que pudiera hacerme sentir como tú lo haces––. Ella explicó. ––Traté de encontrar a alguien que me gustara y de quien pudiera enamorarme de la forma en que te amo, pero nunca funcionó. No importa con quién fuera, nadie nunca se comparó contigo.

Te acercaste y pusiste tu mano sobre la de ella.

Mirándolo, sonrió un poco mientras entrelazaba sus dedos con los tuyos y sostenía tu mano con fuerza.

––Ahora que tengo la oportunidad de sostener tu mano, nunca planeo dejarla ir––. Ella dijo.

Algo en ti estalló y no pudiste soportarlo más.

Tus sentimientos por ella eran demasiado intensos y tu amor por ella era tan fuerte que necesitabas sentir sus labios sobre los tuyos en ese mismo momento.

Así que te inclinaste y le diste un suave beso en los labios antes de alejarte.

––¿Qué fue eso, cariño?––. Ella se rió. ––Vamos, dame un beso de verdad. Lo he esperado mucho tiempo.

¿Y cómo puedes decir que no a eso?

Inclinándote, pusiste tus labios sobre los de ella, pero esta vez para un beso real, y ambas se derritieron de inmediato.

Lisa puso sus manos en tus caderas y te atrajo hacia su regazo mientras sus labios continuaban moviéndose dulcemente contra los tuyos.

––Aunque estaba con Jisoo, nunca dejé de amarte––. Hablaste contra sus labios mientras mirabas sus suaves ojos marrones.

Y sus labios se dibujaron en una brillante sonrisa mientras movía sus manos de tus caderas a tus mejillas.

––Te amo, Lisa.

––Yo también te amo, T/n––. Ella susurró suavemente mientras ponía su frente en la tuya.

Envolviste tus brazos alrededor de su cuello y pusiste tus labios sobre los de ella, sintiendo como si cada pieza del rompecabezas finalmente hubiera encajado en su lugar.

Lisa ha sido la única todo el tiempo, solo les llevó a ambas hasta ahora confesar sus sentimientos mutuos para que esto sucediera.

Y ahora que eras de ella y ella era tuya, nunca se dejarían ir; jamas.

Lisa Imaginas - Libro dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora