CAP 13. Insomnio y negación.

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Hola. 

Disculpas por milésima vez por mis desapariciones o tardanzas. 

La vida adulta apesta je. 

Bueno, ojala les guste este capitulo. Muchas gracias por leer nwñ.



"Yo me encargare" declaro a regañadientes.

Hacía años que había dejado de participar en esas estúpidas reuniones. Kokonoi era el que estaba encargado. Y aunque él era oficialmente la cabeza, su rol iba más allá de solo una imagen, no necesitaba hacer acto de presencia para que se enteraran de su poder.

Por eso Kokonoi tomaba su lugar, a veces Takeomi.

Y aunque podría haberlo delegado nuevamente pensó que bien podría hacer acto de presencia después de tantos años. Con cómo estaban las cosas que lo vieran podría ayudar en algo.

Como siempre que salía fuera de su territorio, Sanzu lo acompañaba. No necesitaba guardias, era más por aparentar la imagen de lo que se esperaba de él.

No planeaba quedarse mucho tiempo. Así que solo ir con Sanzu bastaría.

Al llegar vio varios rostros voltear en su dirección. Algunos conocidos, otros nuevos, la gente no solía durar mucho tiempo en esa línea de trabajo, los que seguían, se habían ganado su puesto y eran reconocidos.

Hizo caso omiso a sus miradas y se dirigió a la barra, seguramente aguantaría menos tiempo del que había planeado, una bebida o dos a lo más.

Solía evitar este tiempo de ambientes, estas reuniones. No sabía que era peor, sus risas falsas, el aire cargado o los malditos que trataban de arrastrarse en su presencia.

Así que había aprendido a apreciar el alcohol y otras sustancias, es a lo que habría recurrido hace unos meses. Pero esta noche era distinta, no planeaba perderse, debía mantenerse atento a sus alrededores.

Con un gesto de su mano le indico a Sanzu que le diera espacio. Si iban a obtener algo de este lugar era mejor que Sanzu buscará en los círculos que ya tanto conocía. Confiaba en que obtuvieron información que los beneficiara.

No pasó un minuto desde que el otro se alejó para que empezaran a buscarlo. No quería hablar, sus voces, el aliento a alcohol, sus rostros petulantes, no necesitaba todo esto, no tenía por qué darle su atención a estas ratas.

Tomó otro sorbo de su trago y se dejó guiar por ellos.

A primera vista eran hombres de negocios. Una vez los escuchabas sabias inmediatamente lo que realmente eran, hambrientos de dinero y poder, ratas consumidas por la avaricia.

Y eso era todo lo que veían también, dinero y poder.

Gracias a la colaboración de Kokonoi obtuvieron la primera parte fácilmente, el resto había sido fácil, saber a quien golpear o amenazar en el momento adecuado. Los pocos que se habían atrevido a desafiarlo... bueno...

Y a pesar de todo, estaban en problemas, el poder que habían acumulado era puesto en duda y...

No. No lo vería así, solo era un percance, lo dominaría, como siempre lo había hecho.

Apenas si escuchaba de que le hablaban, seguro querían aprovechar este momento de "debilidad" para entrar en los negocios que tenían. Le eran indiferentes.

Ninguno de ellos le llamaba la atención. Su instinto le decía que no los necesitaba. Un instinto pulido a través de los años, con sangre y huesos rotos.

¿Porqué volvemos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora