Capítulo 3. Cumpleaños

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Estaba más que seguro de que era la quinta ocasión donde Bulma cumplía los cincuenta años. Ella adoraba dar grandes fiestas para celebrar los cumpleaños de su familia, su aniversario de bodas y los de la Corporación Cápsula. Nosotros, sus invitados, adorabamos también esas fiestas y no sólo por los premios, juegos y por supuesto, la comida; si no porque prácticamente eran mini vacaciones con todo pagado para todos.

Quizás muchos pensarían que Bulma era exagerada y engreída por derrochar así su invaluable fortuna. La realidad era que no. Como uno de sus empleados, podía dar fe de lo mucho que ella trabajaba en todos y cada uno de sus proyectos, no solo su mente era la brillante, también lo era en habilidades mecánicas y de diseño, no temía a llenarse de grasa o lastimarte una uña; una genio completamente digna de admirar. Además, contribuía mucho en causas sociales, tanto que a veces las mismas cantidades que prácticamente regalaba eran una grosería.

Este año no era la excepción para la millonaria excéntrica, pues ahora lo celebraría en una isla privada y podríamos llevar a quien quisiéramos. Aunque su equipo de seguridad era muy estricto con quienes entraban y quienes no. El jefe de todo eso era nada más ni menos que el tío Vegeta, el hombre más paranoico que podíamos conocer, Trunks decía que su papá simplemente cuidaba a su jefa y más que eso, su esposa.

Años atrás, nos dimos cuenta de que Vegeta investigaba a todas esas personas que llevábamos y si él encontraba que su historial no era limpio del todo, simplemente no entraban. Como aquella vez en la universidad que Trunks quiso impresionar a unas chicas invitándoles a la mega fiesta al rededor del mundo de su madre y su padre se encontró con que una de ellas había estado en el reformatorio y la otra era su hermana. No volvió a invitar a nadie hasta que llegó Mai. Este año yo invitaría a Pares, quien se mostró altamente entusiasmada.

—Goten, ¿crees qué este vestido es el adecuado? —Pares vestía un sencillo vestido corto de color amarillo, su melena larga y ondulada como el chocolate hacia juego con sus botines cafés. Me recordaba a los girasoles.

—Créeme estás preciosa.

—Quiero dar una buena impresión, es decir, voy a conocer a tus padres, a la familia de tu hermano y esos parientes que son millonarios.

—Pares —detuve mi caminata y tomé su mano donde le di un beso —Aunque vinieras con harapos ellos te adoraran tanto como yo por lo que eres. Vamos no tengas miedo.

Ella sonrió y me dio una corto beso en la mejilla.

Reanudamos nuestro camino hasta la casa que estaba apenas visible entre los árboles y palmeras cerca de la playa. Se notaba que Bulma había trabajado desde hace tiempo en esto. No era una casa, era una mansión enorme. Probablemente luego la utilizaría como hotel. Todas las ventanas quedaban de frente a la playa y por lo tanto, con vista al mar. No había ningún auto o nave afuera, lo que le daba un aspecto un tanto abandonado. Sin embargo, mientras más nos acercábamos  la música zumbaba en nuestros oídos, así como gritos y risas.

El guardia de seguridad nos dejó pasar después de regalarnos una sonrisa y sus buenos deseos.

—No es necesario que estés nerviosa Pares, creeme, todos te amaran.

—Es solo que, es un mundo muy distinto al mío Goten, tu familia compra Islas para festejar cumpleaños y yo...

—A ellos no les importa nada de eso y de quien tú hablas es una amiga de la familia y mi jefa. Mi padre en cambio es un hombre de campo, un agricultor y no por eso es menos que ellos. Nadie te intimidará, lo prometo.

Pares me sonrió y finalmente cruzamos la puerta de vidrio que nos separaba de la fiesta.

—¡Hola a todos! —saludé con voz un poco alta por la música, sin embargo, esta ya estaba en un volumen aceptable. Me sonrojé y me rasqué nervioso la nuca.

Quiéreme Como Te Quiero 》Bra y Goten《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora