Minho estaba ilusionado, mentiría si lo negase. Siempre había querido acudir a uno de esos bailes tan elegantes. Había conseguido diferentes tipos de telas y ya estaba preparando su traje. También había encontrado varios accesorios que podría usar para darle un toque más suyo al traje.
Los ratoncitos lo miraban desde abajo, curiosos por como el chico era capaz de coser con agilidad su traje.Se alejó un poco del traje y sonrió al verlo. Era muy bonito, le había quedado bastante bien.
Ya se acercaba la hora de ir al baile, así que le hizo unos retoques para finalizar y entró a su cambiador para probarselo. Cuando vio lo bonito que estaba y se fijó en la hora que era, bajó corriendo hasta la entrada. Allí estaban sus hermanastros y Chaeyoung, totalmente arreglados con sus nuevos trajes. Nada más llegar lo miraron de arriba a abajo, desagradables.— Veo que...si tienes traje —Dijo su madrastra—
— Lo he hecho yo —Sonrió, orgulloso—
— Hm...que curioso —Se acercó lentamente a Minho y empezó a revisarle— Gun-Il, ¿No te suenan estos bordados?
El nombrado iba a decir que no, pero al ver los bordados gritó.
— ¡Esos son mis hilos para bordar! —Dijo furioso, acercándose— ¡Y esta es la cadena de Juyeon!
— ¿¡Qué!? —El moreno se acercó— ¡Dame eso! ¡Es mio!
Los dos chicos empezaron a tirar del traje y de las cadenas, logrando romper prácticamente todo el traje dejando a Minho sin palabras.
Los tres lo miraron fijamente, con asco.
— Vaya, me parece que no podrás ir al baile..
Chaeyoung sonreía ganadora, como si lo hubiera hecho queriendo. Como si su plan fuese que él no pudiera ir al baile.
¿Por qué hacía eso?
Miró su traje tras oir la puerta cerrarse de un portazo y sus ojos se llenaron de lágrimas. Su única oportunidad de ir a un baile de ese estilo había sido arruinada de la forma más cruel posible.
Subió corriendo hacia su habitación y se cambió de ropa, frotando sus ojos que aún brotaban pequeñas gotitas cristalinas. Luego, cuando ya estuvo más relajado, bajó hasta el salón y se quedó mirando fijamente al jardín.Decidió salir un rato, aburrido y aún triste por lo que acababa de suceder. Su sueño de bailar con alguien se había ido a tomar viento.
Con cuidado se sentó en un banco, bajo la luz de la luna, y simplemente observando el pozo frente a él.— ¿Por qué a mí? —Preguntó muy muy bajito—
Se abrazó a sí mismo cuando sintió una pequeña brisa golpear su cuerpo. Cuando volvió a abrir los ojos después de quejarse por el frío, quedó sin palabras ante lo que vio.
— ¿U-Un...hada..?
— Claro, ¿Qué si no podría ser?
Minho aún no procesaba lo que acababa de pasar, ¿Un hada frente a él? Había un muchacho de cabello gris, pecoso y alto, llevaba un traje azul claro y sus enormes alas transparentes se ganaban la atención de Minho.
— Mírate, has estado llorando —Dijo con pena, agarrando su varita reluciente con sus dos manos.
— Y-Yo no.. —Intentó negarlo—
— No trates de engañarme, tus ojos te delatan..
— ¿M-Mis ojos? —Miró al chico—
— ¿No sabes que los ojos son el espejo del alma, chico? —Preguntó incrédulo, sentándose a su lado
— Pues...
— ¡Papapapa! —Le cortó— No me lo digas, no es a explicarte eso a lo que vengo..
— ¿Y...a qué vienes?
— Bueno, como buen hada que soy, vengo a hacer tu sueño realidad —Le sonrió— Soy Felix, tu hada "madrina"
Minho se quedó callado, tratando de procesar lo que ese chico acababa de decir.
— ¿A que esperas? ¡Levántate hombre! —Flotó, con ayuda de sus alas— Debes ir a ese baile..
— P-Pero..yo no tengo traje —Murmuró mirando al suelo—
— ¿Y quién dice que no puedo hacerte uno nuevo?
El hada le miraba con orgullo.
— ¿Podrías? —Preguntó, esperanzado—
— ¡Claro que sí! —Asintió— Pero antes, necesitarás una carroza donde ir..
Felix miró a su alrededor, buscando algo que pudiera servirle. Lo único que vio fue una enorme calabaza pocha. Sonrió, y con un movimiento de varita, esa calabaza empezó a adoptar la forma de una gran blanca y elegante carroza. Minho estaba asombrado.
— También necesitarás alguien que tire de la carroza, ¿No? —Se rio, dulce—
Sus ojos fueron a parar a los pequeños ratoncitos a los pies de Minho. Movió una vez más su varita y esos mismos ratones indefensos se convirtieron en esbeltos caballos blancos. Minho ya pensaba que estaba soñando.
— Supongo que alguien debe llevar los caballos —Tocó su barbilla, pensativo—
Sus ojos fueron directos al perro, y sacudiendo su varita lo transformó en un apuesto hombre sobre la carroza.
Luego miró a Minho y sonrió.— Y ahora, el último detalle —Se acercó
Cuando estuvo cerca de él, meneó su varita por última vez y un precioso traje celeste con difuminados blancos apareció puesto en Minho.
El chico se miró, soltando un jadeo asombrado por como se veía. Sus cabellos también habían sido peinados y un poco de maquillaje había aparecido en su rostro.— Dios...
— ¿Y? ¿Qué tal? —Preguntó, sonriendo orgulloso—
— Es increíble... —Logró decir—
— ¿A que sí? —Se carcajeó— Y ahora, súbete, que debes ir a ese baile..
— ¡Muchas gracias! —Se lanzó a abrazar al hada
— No hay de que, ¡Ahora corre!
Minho se subió corriendo y la carroza arrancó. El hada se acordó de un pequeño detalle y, viendo que ya se estaba moviendo la carroza, lo gritó.
— ¡Chico! ¡El efecto solo dura hasta las doce de la noche! —Gritó fuerte—
— ¿¡Hasta las doce!? —Gritó también— ¡Vale!
Y así, la carroza se fue en dirección al castillo del rey Bang, con el muchacho ilusionado en su interior.
El hada suspiró y frotó su nariz.— Espero que le vaya bien...
¡El baile!
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como princesas Disney :)Si hay algún error, sentiros libres de avisar.
See Ya! <3
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𝐂𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀 ᯽ 𝐁𝐀𝐍𝐆𝐈𝐍𝐇𝐎
FanfictionMinho vivía feliz con sus dos padres, hasta que de repente su madre falleció. Su padre estuvo muy decaído hasta que un día trajo la noticia de que se iba a volver a casar con una mujer que conoció en un viaje. A Minho no le pareció muy buena idea, p...