Minho vivía feliz con sus dos padres, hasta que de repente su madre falleció. Su padre estuvo muy decaído hasta que un día trajo la noticia de que se iba a volver a casar con una mujer que conoció en un viaje. A Minho no le pareció muy buena idea, p...
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Minho estaba a nada de rendirse cuando oyó un suave "click" viniendo del cerrojo de la puerta. Rápidamente se acercó y pudo abrir. Oía barullo en la planta de abajo, dos voces masculinas que no reconocía del todo, y la de du madrastra.
Probablemente eran Bang y su ayudante, Eunwoo. No podía permitir que esa mujer los engañase. Mientras tanto, Gun-il estaba sentado con el ayudante del príncipe colocándole el zapato. Vaya, no encajaba del todo.
— Hm...¿Qué le parece? —Le preguntó al príncipe—
— No, no es él —Suspiró decaído—
— ¿Queda alguien más? —Preguntó el hombre—
— No ha- —Un grito le interrumpió—
— ¡Falto yo! —Minho apareció al final de las escaleras, agitado—
El príncipe lo miró fijamente, había algo en ese chico que llamaba su atención.
— ¿Y quién es usted? —Preguntó Eunwoo—
— Es solo un criado —Dijo Chaeyoung, rápida—
— ¿Debemos hacerle la prueba también? —Susurró el hombre hacia Bang—
— Si —Asintió, decidido—
Gun-il se levantó de la silla refunfuñando y Minho se acercó. Se sentó poco a poco y se quitó un zapato. Lentamente extendió su pierna para que Eunwoo pudiera colocarle el zapato mejor, acto considerado que no hicieron ninguno de sus dos hermanastros. Cuando menos lo esperaban todos, el zapato encajó a la perfección con el pequeño y delicado pie de Minho. Una pequeña sonrisita apareció en su rostro.
— No puede ser él, el no fue al baile —Negó la madrastra, furiosa—
— El zapato encaja, su alteza —Dijo el hombre, separándose poco a poco de Minho—
Se puso de pie, justo delante de Bang Chan. Tenía una sonristita tímida.
— Alteza, yo... —Respiró hondo— Yo tengo el otro par, puedo mostrárselo...
Chan lo miró fijamente, embelesado por la belleza y sinceridad del joven.
— Adelante... —Aceptó, ansioso—
Minho se giró ilusionado y subió a su habitación. Rebuscó en su armario y encontró el otro zapato. Volvió abajo lo más rápido posible y lo mostró, dejando a todos anonadados. Los ojos del príncipe brillaron al ver el otro par. Era él. El chico del baile.
— Eres tú... —Se fue acercando a él—
— ¡Imposible! —Gritó Chaeyoung, rabiosa— ¡Es un miserable sirviente! ¡No sirve para nada!
Minho la miró furioso, ahora tenía las agallas de enfrentarse a esa vieja bruja malvada.
— Basta ya, Chaeyoung —Gruñó— No soy un sirviente, soy el hijo de tu difunto esposo, al que usaste por su dinero...tu eres mi madrastra..
La mujer se quedó asombrada, y el ayudante del príncipe la miró mal.
— ¡Eso es ilegal! —Exclamó— La herencia legítima debe ser entregada al primogénito biológico del padre..
— Eso no... —Chaeyoung se había quedado de piedra—
— Eso nada, usted y sus hijos tendrán que devolverle al joven todo el dinero gastado de la herencia —Sentenció— Y ahora mismo van a venir conmigo a resolverlo todo...¡Andando!
Bang Chan y Minho observaron uno al lado de otro como el hombre se llevaba a esos tres en un carruaje que vigilaban los guardias. Cuando estuvieron solos, se miraron a los ojos y sonrieron.
Al fin, juntos de nuevo.
Como aquella noche del baile.
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Uno cortito :)
He decidido saltarme la parte donde le quitan la varita al hada madrina, veré como introducirlo más tarde :))
Pulsa el botón ★ y comenta si te ha gustado para que pueda seguir con esta serie de Straykids como princesas Disney :)
