𝐁𝐚𝐜𝐤 𝐭𝐨 𝐭𝐡𝐞 𝐬𝐭𝐚𝐫𝐭

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Minho se adentró a la carroza lo más rápido que pudo mientras veía como su traje empezaba a cambiar al roñoso y roto de antes

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Minho se adentró a la carroza lo más rápido que pudo mientras veía como su traje empezaba a cambiar al roñoso y roto de antes. La carroza iba en camino cuando empezó a transformarse de nuevo en esa calabaza podrida, encogiendose poco a poco. Los caballos volvían a ser ratones y el cochero volvió a ser un perro.

Intentó aguantar lo máximo posible dentro de la calabaza, pero esta se partió en dos al caer al suelo cuando el hechizo se deshizo.

— Auch... —Se quejó, frotando su trasero que había golpeado el suelo— Que dolor...

Se levantó poco a poco y vio como los ratoncitos y el perro le seguían, en dirección a la mansión de su padre.
Pasó un buen rato hasta que llegó finalmente a la casa. Entró con sigilo y subió a su habitación con una bonita sonrisa en el rostro. Se lo había pasado en grande con el príncipe, y deseaba poder repetir ese momento alguna vez más.

Esa noche había sido la mejor, al menos para él.

Estando ya en su habitación, oyó como la puerta de abajo era abierta. Probablemente eran su madrastra y sus hermanastros, vendrían de la fiesta. Se oía a los dos varones enfadados, mientras que la mujer los mandaba a callar. Ella también parecía rabiosa, pero estaba fingiendo estar tranquila.

Minho sonrió para sí mismo y se acurrucó en su cama. Le daba igual estar con el traje sucio.
Había pasado una noche maravillosa bailando con el príncipe Bang y eso nada se lo quitaría, ni siquiera su horrible familia. Oyó unos pasos acercarse a su puerta y el sonido de los nudillos chocando contra la madera.

— Pasa...

Su madrastra abrió y le miró fijamente.

— ¿Qué has estado haciendo? —Preguntó—

— Nada... —Susurró, fingiendo estar decaído—

— ¿Nada de nada?

— Nada de nada..

Los dos se quedaron en silencio durante unos segundos.

— ¿No vas a preguntar cómo ha sido el baile? —Insistió Chaeyoung—

— Oh, bueno, ¿Qué tal ha ido? —Ni siquiera la miraba a los ojos, solo estaba mirando sus manos mientras se sentaba derecho en la cama—

— Ha sido genial —Mintió— El príncipe Bang ha mirado a Gun-il..

Minho reprimió una carcajada. Si ella supiera que era él quien había bailado con el príncipe.

— Wow, impresionante —Susurró—

— Te gustaría haber sido tú, ¿No? —Se burló— Por eso estabas tan ilusionado..

— No, solo me hacía ilusión ir a uno de esos bailes de los que mi padre tanto hablaba —Ahora estaba más serio—

Al parecer la mujer captó el mensaje y, sin decir nada más, se fue. Minho pudo respirar aliviado finalmente cuando la puerta se cerró y los tacones de su madrastra empezaron a resonar, lejanos.

𝐂𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀 ᯽ 𝐁𝐀𝐍𝐆𝐈𝐍𝐇𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora