Capítulo 5

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Nayla
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Desde ayer en la noche que vi y hable con el chico de la malteada  no lo he vuelto a ver, al menos no en las 3 horas que llevo acá en la feria.

A lo mejor no es tan loco como para venir días seguidos a una feria.

Sisisi, lo sé.

No me digas que quieres volver a hablar con el eh.

Pfff, claro que nooo.

Ya admite que esta guapísimo.

Claro qu....espera, ¿por qué estoy teniendo una conversación conmigo misma?

Necesito que se acabe la semana ya, no quiero seguir trabajando aparte que este viernes me pagan y siento los dias más largos que al saber qué.

Thiago no ha querido venir conmigo a hacerme compañía ¿qué más da si me pongo a escuchar música? No pasará nada, no?

Hazlo, sin miedo al éxito (pero si te despiden nunca dije nada)

Tenía varias canciones pero siempre escuchaba las mismas, si, de Harry Styles pero esta vez voy a poner las de Morat, que buen gusto tengo.

Con música todo cambia, es arte.

—¿Tienes permiso de escuchar música mientras trabajas?—escuche que alguien preguntaba y me asuste al pensar que era mi jefa, pero no, solo era el chico de la malteada.

Otra vez el, ya no sé si es bueno o malo que nos hayamos empezado a hablar.

—Si me dan o no permiso no te debe de importar—no sé ni porqué le estaba haciendo mala cara.

—Pero que lindo humor tienes hoy—hablo sarcásticamente— Solo te preguntaba algo simple así que no tienes porque hablarme feo, torpe.

Admitamos que tiene razón.

No tengo permiso de escuchar música—no le iba a pedir disculpas pero podía hablarle pacíficamente—solo que estaba aburrida y pues ajá.

—¿¡Cómo que no tienes permiso de escuchar música!? ¿Pero quien es feliz haciendo algo si no hay música?

—Lo sé, lo sé, pero pues no me hes permitido porque vienen los clientes y les tengo que prestar atención tanto a ellos como al dinero.

—Pues si, tiene sentido.

Hoy no tenia ánimos de nada, de echo ni quería ir al trabajo pero si faltaba sin permiso me despedían y no quería que eso sucediera, en la mañana fui a la librería y me compre dos libros y quería leerlos no estar aquí.

Que triste es la vida, no?

El chico seguía ahí, no sé porqué no se largaba si ni estábamos hablando y estar sentado ahí ha de ser aburrido.

Pregúntale su nombreee!!!

Al voltear a ver al chico vi que estaba de perfil viendo a unos niños que correteaban por ahí, y tengo que admitir que tiene una pequeña y linda nariz, solo eso si eh.

Que mentirosa.

Bieeen, pues si, es lindo. Su pelo es rubio y note que tiene unos ojos lindisimos de color verde y tiene unas mini pecas, no es acaso eso tierno?

—Oye—al escucharme volteo a verme—no es porque me interese saber, claro, pero...¿Cómo te llamas?

Al parecer no pensó que le iba a preguntar por su nombre porque su cara era de desconcierto.

Un Verano Inolvidable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora