4. Nervios

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Roier:
Spreen se levantó del banco y se fue de ahí, tanto quackity como el castaño se miraron extrañados

-No sabía que te llevabas con Spreen-hablo el de gorra

-Es mi compañero de habitación-

-¿Enserio?- dijo sorprendido- Es algo raro que te hable-

-¿Por que lo dices?-

-Bueno, digamos que ese chico no habla con nadie, es muy misterioso-

-A mi me a tratado muy bien..-

-Ten cuidado con eso entonces, se ve que es buen chico, pero quien sabe que esconderá-

El timbre sonó y cada uno de ellos caminó  hacia su respectivo salón.

Al entrar a este, vió a spreen sentando al fondo,parecía que escribía algo en su cuaderno.

El castaño tomó asiento en su lugar, en verdad le daba demasiada intriga lo que quackity había dicho minutos atrás, ya que el chico con orejas de oso le había hablado desde que llegó

-Hola chico nuevo- una voz lo interrumpió de sus pensamientos

-Hola..- saludó con una leve sonrisa y miró al chico que le había hablado.

-Soy Natalan, y tu?-

-Roier-

-Bueno roier, te quería decir que cualquier duda que tengas con la clase puedes decirme ¿okey? Se que eso de ser nuevo no es fácil-

-Oh, muchas gracias Natalan-

-No es nada, también te puedo pasar mi número si lo deseas-

-Me encantaría- sonrió y le pasó su cuaderno con una pluma que se encontraba en la mesa- puedes anotarlo ahí-

-Vale!- dijo devolviéndole la sonrisa y anotando el número

Por otro lado spreen escuchaba atentamente aquella conversación, miraba de reojo a aquel chico llamado "Natalan".

-Fue un gusto Roier-

-Espero vernos luego-

-Obvio que nos veremos luego bobo-

Ambos rieron. Parecía que con el paso del tiempo serían muy buenos amigos.

(...)

Las clases habían terminado, Roier se encontraba guardando sus útiles en la mochila cuando siente una mirada fija en el.

Su piel se enchina levemente, ya sabía de quien se trataba y odia que ese chico con aspecto de oso pudiera ponerle tan nervioso

-¿Acaso tengo algo en mi cara?- dijo volteando a verle

Spreen solo negó y se acercó a él

-¿Acaso está prohibido mirarte?-

Roier simplemente se sonrojó y rodó sus ojos

-No lo está, pero es raro que me mires tan detalladamente-

-Para mi no lo es-

En realidad spreen amaría verle todo el tiempo, amaba admirar su lindo cabello despeinado, sus ojos marrones o sus mejillas algo rosadas...

El castaño tomó su mochila y empezó a caminar hacia la salida, pero al no escuchar pasos detrás de él, frenó en seco

-¿Que esperas?- dijo para voltear a verle, Spreen sonrió leve

-¿Me estás esperando?-

-Mhm, si- respondió- ¿tienes problemas con eso?-

-No, para nada-

Ambos chicos salieron del salón y caminaron hacia su habitación, Roier quería saber que había pasado en el recreo. No entendía el por qué spreen se había ido de manera tan rara.

Tomo valor y miró al chico que le ponía tan nervioso como solo mirarle.

-Oye spreen-

-Aja-

-¿Por que te fuiste en el recreo?-

-No tenia nada que ver ahí-

-Entiendo que no le hables a quackity, pero te lo puedo presentar, es un chico increíble-

-No gracias- sonrió y entró a su cuarto

En verdad si es algo raro ese chico.

¿Me gusta? (Sproier) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora