12. Cita

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Los días pasaron con rapidez haciendo presente el fin de semana.

Spreen despertó rápidamente con una sonrisa impecable dibujada en su rostro.

Tomó una toalla limpia y fue al baño a darse una refrescante ducha. Al salir se vistió con unos pans y sudadera color negro.

Salió del cuarto con cuidado de no despertar el chico castaño que se encontraba aún durmiendo.

Empezó a caminar por el raro pueblo específicamente buscando un local que vendiera flores. Después de unos minutos caminando encontró el lugar que tanto estaba buscaba.

Entro y fue hacia la persona encargada del lugar.

-Buen día, ¿De casualidad tendrá amapolas?-

-¡Oh si! ¿Como cuantas necesitas aproximadamente?-

-Un ramo..-

-Perfecto- dijo la chica con una sonrisa empezando a formar aquel lindo ramo color rojo- Serian 200 pesos-.

-Tenga- le pasó el dinero indicado recibiendo en brazos el ramo de flores.

Salió del local y caminó hacia el parque más grande y lindo del pueblo.

Ahí encontró a carre, el cual tenía dos bolsas bastante grandes en manos.

-Hasta que llegas- dijo su amigo

-Tuve que ir a comprar el ramo, ¿Traes todo?-

-Por supuesto, ¿cuando te eh fallado en algo?-

Carre sacó de la bolsa un mantel de picnic, juntó muchas velas, comida, platos, pétalos de rosas, y más cosas.

Entre los dos empezaron a acomodar todo, perdieron unas dos horas de su tiempo pero había valido la pena.

-Quedó tan hermoso-

Spreen miró su reloj viendo que ya eran las 4 de la tarde.

- Cuida esto, tengo que ir a por roier y de paso cambiarme-

-Aquí estaré-

Spreen lo abrazó con fuerzas susurrando un "gracias" y salió corriendo hacia el instituto.

Al llegar subió todas las escaleras y abrió la puerta de su habitación.

-¿Donde habías estado?- pregunto roier saliendo del baño con una toalla alrededor de su cintura.

-Eso no importa, ¿Listo para la cita?- contesto tratando de ocultar su sonrojo.

-Solo me falta cambiarme-

-Vale, yo igual-

-¿Y qué esperas? Deja de mirarme y vamos a cambiarnos-

El hibrido oso se sonrojó más de lo que ya estaba y corrió a su habitación, escuchando la risa de Roier de fondo.

El tiempo pasó y ambos salieron arreglados.

Spreen vestía un lindo pantalón negro y camisa blanca. Mientras que Roier unos pantalones elegantes beige y camisa blanca pero con los primeros botones desabrochados.

-Te ves hermoso- dijo el castaño

-No más que tu..-

Sonrieron leve y tomaron sus manos para salir del instituto.

-¿Y a donde vamos?- pregunto el menor

-Es sorpresa boludo-

Roier era bastante impaciente, todo el camino se la pasaba diciéndole a spreen. "Ya casi llegamos" a lo que solo le contestaba "No".

¿Me gusta? (Sproier) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora