Park Jimin también tendría una cita con el chico que conoció en Halloween.
Aquel sábado por la tarde, Jimin había comenzado a prepararse con más de dos horas de antelación. ¿La razón? Estaba nervioso. No era la primera vez que tenía una cita con un chico, pero sí era la primera con Yoongi, y eso era especial.
Se duchó escuchando música a todo volumen, cantando feliz las canciones que se reproducían con una sonrisa en su rostro. Había preparado la ropa que se pondría media hora después de que Yoongi le hubiera pedido salir (durante esa media hora había estado casi saltando de la felicidad y la emoción). Intentó vestirse bien pero sin exagerar; jean negro, una remera a rayas roja y negra, y obviamente una cazadora negra que lo abrigara, aunque esa se la pondria luego al salir.
Se detuvo a observarse en el espejo varios minutos, pensando una y mil veces en si debería ponerse un poco de maquillaje o no. Nunca antes se había maquillado para estar con Yoongi, y este solo lo había visto así aquella noche en la fiesta. Había sido un maquillaje suave y que seguro casi no se había apreciado por las luces de la discoteca. Terminó decidiendo que solo usaría corrector para ocultar las ojeras que la universidad le estaba dejando al ser fin de semestre. Se peinó como siempre lo hacía, la hora cada vez estaba más cerca.
Como habían acordado, le mandó su ubicación a Yoongi, y a las ocho en punto de la noche, el timbre de su departamento sonó. Jimin vivía solo, en un edificio departamental, pues alquilaba el lugar para estar más cerca de su facultad. Con nervios, atendió el llamado por el teléfono.
–¿Sí? –preguntó, incluso sabiendo que la única persona que llamaría a su puerta sería Yoongi.
–Soy yo –dijo a través del micrófono que estaba en la pared del edificio, junto a los timbres de todos los departamentos–. ¿Bajas o subo?
–Espérame abajo, ya estoy listo.
–Bien.
Jimin colgó el teléfono, se puso su cazadora negra y tomó el saco antes de salir del departamento, pues era una noche fría y no tenía intención de congelarse en su primera cita. Bajó por el ascensor, y saliendo del edificio se encontró directamente con el chico que lo estaba esperando. Se acercó a él y sonriendo lo abrazó con fuerza; quería demostrarse tranquilo, pero la verdad era que estaba muy emocionado y feliz y al parecer, Yoongi lo notó.
–Hola –el pelinegro le correspondió el abrazo y sonrió al recibir un pequeño beso en su mejilla–. Te ves feliz.
–Estoy emocionado –se separó, revisando su sonrisa pero sin dejar de hacerlo–. ¿Vamos?
–Claro.
El mayor lo guio hasta su auto y ambos se acomodaron en él. Yoongi se estiró hasta la parte de atrás y tomó algo para darle a Jimin.
–Esto es para ti –dijo, sonrojado, entregándole una bella rosa blanca.
Jimin recibió el regalo sumamente sorprendido.
–¡Yoon! No tenías que hacerlo –lo miró haciendo un pequeño puchero.
–Lo sé, pero habías mencionado alguna vez que te gustaban de estas y bueno... –extendió su mano en busca de la de Jimin–. Quise darte una, aunque sea el típico cliché de regalar una rosa en la primera cita.
Pero Jimin no solo la tomó gustoso, sino que también se estiró para dejar un cariñoso beso sobre sus labios. Yoongi correspondió al instante, y pocos segundos después se separaron.
–Gracias –repitió.
–De nada –se acomodó nuevamente y se colocó el cinturón de seguridad–. ¿Nos vamos?
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La noche de Halloween - Yoonmin - LNDH 1
FanficPedir dulces es una actividad que, a sus 21 años, Yoongi ya no realiza. Por eso, se sorprende cuando un chico de 20 años aparece en su puerta vestido de Luigi, obviamente diciendo "Dulce o truco" ¿Cual sería el impacto aquel chico tendría en su vida...